Opinión

Ni perdón ni olvido para María Agüero

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DIARIO VIRAL

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Hay que ser bien imbécil (*) para ofender al pueblo más orgulloso y regionalista del Perú. Eso que lo hace constantemente la congresista María Agüero, de las filas de Perú Libre al decir a una emisora que “no me siento arequipeña” y repetir lo que supuestamente le comentaron por qué matriculó a sus hijos en el Colegio Nacional de la Independencia Americana “a un lugar donde los ambulantes llevan a sus hijos y cortan caras” y a su hija al colegio Micaela Bastidas donde supuestamente estudian “lesbianas”.

Caray, que tales infelices declaraciones de esta congresista, que el viernes pasado tuvo la osadía de apersonarse al Colegio Independencia Americana y fue echada por los alumnos con gritos y “huevazos”, indignados por tal ofensa.

Es que no se puede ofender a los herederos de la última revolución de Arequipa, quienes ayer salieron en marcha de protesta por las calles de la ciudad pidiendo que dicha parlamentaria sea desaforada del Congreso. También protestaron las alumnas del colegio Micaela Bastidas. Las nutridas delegaciones se congregaron en la Plaza de Armas

Realmente creo que la congresista no está razonando bien. Los filtros de los dirigentes de Perú Libre no funcionaron al momento de elegir a los candidatos. Ella ayer por sus redes sociales pidió perdón por sus ofensas, pero aquí no cabe ni perdón ni olvido.

La congresista María Agüero constantemente tiene expresiones hirientes contra pueblos, instituciones y personas, pero, con la misma vehemencia de sus insultos defiende a Nicolás Maduro al señalar que “ganó limpiamente las elecciones” o que pide un “juicio justo” para su líder, prófugo de la justicia, Vladimir Cerrón.

El año 2021 se quejó del sueldo que recibe “15,000 soles no me alcanza para vivir en Lima”, dijo. A la vez que reveló que en Estados Unidos de Norteamérica (país al que ingresó de ilegal) tiene dos casas y una empresa, pero lo critica duramente mencionando que “Cuba es la expresión de felicidad” y no EE. UU.

Otra infeliz declaración: “… cuando a mí me decían de dónde eres? Yo sentía ese cortocircuito y decía ¿de dónde digo? Porque no puedo decir que soy cusqueña, porque estaría mintiendo, pero no puedo decir que soy arequipeña, porque no me siento arequipeña”.

El domingo antepasado un programa dominical reveló que esta congresista “mochaba” el 10% del sueldo de los trabajadores de su despacho. Su colega Susel Paredes ya la denunció ante la Comisión de Ética del Congreso. Esperemos sea sancionada y denunciada por este delito.

La semana pasada comenté, en este mismo espacio, que el actual Congreso es el peor de la historia. Aquí tienen otro ejemplo donde los partidos políticos presentan a cualquier ciudadano, sin el filtro correspondiente que garantice ética y moralmente que será un buen parlamentario, que responderá con honor y dignidad a la confianza de sus electores.

(*) Según la Real Academia Española “Imbécil” es un adjetivo que significa “tonto o falto de inteligencia”.  Lo uso como adjetivo, como como sustantivo.

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