Cuando una nueva autoridad inicia su gestión en una institución pública es normal que ingrese con su equipo técnico y personal de confianza. En teoría se supone que se trata que ese personal sea eficiente y con el debido currículo que garantiza la transparencia de su trabajo.
Lamentablemente en ese camino todavía se dan algunos errores. Es el caso del Gobierno Regional de Arequipa donde un informe de Diario Viral permitió difundir la deuda que mantiene la reciente gerenta de Educación, Cecilia Jarita con el Estado, tras recibir pagos sucesivos que suman cerca de 29 mil soles y que no le correspondían.
Esta situación debe hacer reflexionar a nuestras autoridades sobre el papel que juegan algunos funcionarios y el hecho de develar hasta el último antecedente en torno a estos. Recordemos que se trata de personas que deben ser muestra intachable de conducta política y en muchos casos no cumplen el debido perfil.
Nuestros gobernantes aún tienen la oportunidad de revisar los antecedentes de quienes están bajo su mando para que no se repitan más de estos casos. Cierto es que se trata de personas de confianza, pero es necesario que cumplan con ciertos estándares para evitar problemas futuros.
No solo se trata de tener gente de confianza, también se deben evaluar antecedentes que permitan trabajar con personas preparadas y sin malos antecedentes. Todo debe redundar en una labor transparente de nuestras autoridades.
El mismo problema se ve en otras instituciones y el escenario se repite, incluso con denuncias de por medio. Ello no contribuye tampoco a mejorar la imagen que nuestra población tiene de sus autoridades. Esperemos un cambio conformen pasen los meses en beneficio de la ciudad.
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