Los mediadores de lecturas, leemos, recreamos, contamos, cantamos, analizamos, compartimos y somos puente entre lectores y experiencias lectoras. Algunas veces somos considerados bichos raros porque a pesar de las dificultades, carencias y obstáculos continuamos con esta labor que enamora, y es porque sabemos que solo desde el amor por los libros, solo desde el amor por los niños y niñas, y solo desde el amor por el mundo la lectura tiene sentido.
Entre libros informativos, con ilustraciones, con animales, personajes varios, textos y diversas formas, tal vez con historias contadas y otras en la naturaleza nuestros peques se divierten y reflexionan sobre problemas sociales, sentimientos personales, se informan, se sensibilizan y poco a poco van creando sentido y libertad en sus vidas.
Dice con gran acierto Francesco Tonucci que el primer regalo que debe hacer la familia es la lectura, y quienes estamos llamados a hacer este regalo somos los padres, los docentes, los familiares y todo adulto responsable del cuidado de la niñez, asumiendo roles desde la casa, el trabajo y la misma sociedad.
Todos podemos ser mediadores de lectura, si brindamos la oportunidad de disfrutar de un libro, de visitar una feria de libros, una biblioteca o librería; si contamos una historia a viva voz, si analizamos con preguntas que Aidam Chamber nos enseña ¿Qué nos gustó? ¿Qué relación tiene con la vida misma? ¿Qué final le pondrías? ¿Qué le dirías al autor? O ¿Qué te disgustó de esta historia?
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