Con el grupo oficialista cada vez más dividido en diferentes pequeñas agrupaciones al interior del Congreso, ahora la bancada de Fuerza Popular se convirtió en la primera fuerza del Poder Legislativo. Aunque estamos lejos del escenario del 2016 cuando superaba los 70 escaños, lo cierto es que los 24 parlamentarios actuales representan un número importante si se trata de pensar en las distintas reformas que se impulsan para la vida del país.
En ambos casos tenemos a un gobierno que no tiene la suficiente representatividad para dar ese respaldo necesario que necesita el mandatario de turno. Le sucedió en su momento a Pedro Pablo Kuczynski y ahora le podría pasar a Dina Boluarte. Un primer paso a favor de la presidenta es que desde la bancada de Fuerza Popular adelantó que respaldaría el voto de confianza para el gabinete ministerial presidido por Alberto Otárola.
Veremos cuánto más dura esta luna de miel. Sin embargo, no debemos perder de vista el papel de Fuerza Popular en el Legislativo. Tener una mayoría, aunque pequeña, es contar con poder para arrastra a otras bancadas afines para votaciones en bloque que pueden resultar decisivas. Todo dependerá del interés detrás de los proyectos de ley, lo ideal sería que estas propuestas sean en beneficio del país y no para ayudar a ciertos grupos de poder.
También veremos cuál será la reacción de los restos de la bancada oficialista. Aunque están divididos, la mayoría de veces votan en mismo sentido. Ante la mayoría de la oposición, tendrán que hilar fino para evitar quedar como meras comparsas de un Congreso que va más de salida ante los pedidos de adelanto de elecciones, pero que quiere seguir aferrado al poder con la finalidad de manejar las riendas de un país que se debate en la crisis.