De acuerdo a los reportes del Senamhi, las lluvias continuarán en igual o mayor intensidad durante los siguientes días. Esta situación pone contra las cuerdas a nuestras autoridades. Bastó solo una semana de precipitaciones para mostrar viviendas, colegios y vías públicas dañadas. Incluso se tiene a infraestructura recientemente inaugurada, por ejemplo pistas que terminaron afectadas, demostrando la fragilidad con la cual se ejecutan algunas obras en la ciudad.
Por antecedentes históricos, febrero siempre fue de precipitaciones intensas. Algunas autoridades se movieron más que otras para ayudar a los vecinos de su jurisdicción y veremos si esta ayuda será de utilidad al momento que las aguas recorran el lugar.
Mención aparte merecen quienes ocuparon zonas de riesgo como antiguas quebradas. Siempre son los primeros afectados cuando las lluvias aumentan y también aparecen en primer lugar al momento de llamar la atención de las autoridades. Recordemos aquel dicho de nuestros mayores indicando que el agua tiene memoria o conoce su camino.
Si antes había un cauce allí, es más que seguro que tarde o temprano volverá a pasar por el mismo lugar llevándose edificaciones, cultivos y sueños de quienes construyeron a pesar de lo peligroso que representaba hacerlo en determinada zona.
Nuestras autoridades deberán mantenerse alertas para reaccionar en el momento de la emergencia. Cada minuto será vital para entregar el apoyo necesario y para que se enfrente la inclemencia de la naturaleza. Si vemos hacia atrás veremos que el clima no nos perdona cuando se trata de quienes no están preparados.