La familia y la escuela son base fundamental en el proceso de la lectura y escritura, la responsabilidad recae sobre los docentes, aunque recordemos que en primer lugar se encuentra en casa.
En nuestra realidad donde la pobreza, la vulnerabilidad social, la familia y la comunidad brindan poca ayuda, la escuela cumple un rol fundamental para que a través de la lectura se construyan personas y sociedades democráticas y participativas.
La lectura representa uno de los ejes fundamentales y uno de los aprendizajes más importantes que proporciona la escuela y lo es porque la lectura es una herramienta que propicia el desarrollo de destrezas cognitivas, el pensamiento crítico y la formación de seres integrales.
Siempre que leemos, pensamos afinamos nuestros criterios, contrastamos ideas, cuestionamos, también, participamos activamente en la sociedad al leer las boletas, un contrato, un precio y más, ya que vivimos en un mundo letrado y cada vez más complejo.
Leer implica procesos distintos y en diversos niveles, a leer se aprende de diversas formas y a través de un aprendizaje a lo largo de nuestras vidas y es limitada al ser humano que se actualiza a medida que el mundo se globaliza y cambia constantemente.
La lectura constituye un fin y un medio fundamental para ampliar las posibilidades y oportunidades del desarrollo individual y de la sociedad por ello es una preocupación que no solo debe recaer en el sistema educativo, también en los padres, familia, Estado y cada ente responsable de la integridad del niño.
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