Nos encontramos cerca a culminar la primera quincena de marzo y el panorama de lluvias que afectaron la región durante la última semana ha sido más que lamentable. Las intensas precipitaciones generaron inundaciones en diversos sectores de Arequipa, además de vías interrumpidas a causa de sus deslizamientos de tierra propiciados por el mal tiempo.
Lamentablemente el panorama se repite todos los años y parece que no quieren o no se puede prevenir los lamentables daños. En las zonas altas se presentan precipitaciones que afectan a la población más vulnerable. Durante los últimos días hemos sido testigos de cómo ejemplares de ganado mueren a causa de las intensas nevadas en las partes altas de Caylloma, se pierden terrenos de cultivo que ocasionan pérdidas a los productores de la zona que solo cuentan con este capital para sobrevivir.
Esta situación no solo se presenta en la sierra de Arequipa, pues el sector litoral se encuentra afectado por la crecida de los ríos provenientes de las zonas altas. Así ocurrió en la provincia de Camaná donde el río Ocoña se desbordó tras alcanzar el umbral de alerta roja. Decenas de hectáreas de cultivos estám completamente inundadas y sin posibilidad de recuperarlas.
Y así podemos continuar con el repaso de daños en las diferentes provincias de Arequipa. Esta situación se repite todos los años y parece indicar que nuestras autoridades no encuentran todavía la solución para proteger a más población y evitar que las precipitaciones terminen afectando a los diferentes sectores productivos.
La mayor parte de acciones se orientan a la respuesta ante la emergencia. Sin embargo se puede trabajar de manera preventiva y no solo con la construcción de defensa ribereñas sino con un mayor compromiso para estar alertas desde meses antes frente a la naturaleza.