Las últimas horas tal vez hayan sido de las más críticas para la agrupación fundada hace más de 60 años por Fernando Belaúnde Terry. Ocho renuncias sucesivas de los integrantes de su grupo en el Congreso redujeron a Acción Popular a la mínima expresión.
Están a punto de quedarse sin integrantes suficientes para conformar una bancada. En pocas palabras, casi es como si no existieran en el Legislativo.
La insistencia en designar a Darwin Espinoza, vinculado al caso “Los Niños”, como vocero principal de la agrupación ante el Congreso, precipitó la salida en cadena de parlamentarios, en muchos casos, considerados muy afines al partido de la lampa incluso desde la familia. Basta conocer a María del Carmen Alva, cuyo padre y tío (Miguel y Javier Alva Orlandini, respectivamente) fueron parte de la dirigencia de Acción Popular desde sus inicios.
Acción Popular es uno de los partidos vigentes con mayor historia y sin embargo sus actuales integrantes parecen darle poco valor a esta trayectoria. Hablamos de la agrupación que tuvo a dos presidentes, uno de ellos en dos períodos.
Lamentablemente, hechos como la renuncia masiva de sus congresistas parecen darle una cachetada a la vigencia de la agrupación de la lampa. Si nos remitimos a hechos un poco más alejados en el tiempo tendremos la investigación a los denominados “Niños”, congresistas que habrían asegurado su respaldo ciego al gobierno de Pedro Castillo a cambio de una serie de beneficios.
El caso sigue en evaluación, sin embargo, la sombra se extiende sobre los legisladores acciopopulistas que figuran entre los investigados, uno de ellos el tan mentado Darwin Espinoza.
Cualquiera sea el destino de la agrupación, dicho sea de paso no sabemos si habrá más renuncias, lo cierto es que nuestra clase política no termina de avergonzarnos con acciones como estas. Esperemos que la crisis que afrontan nuestros diferentes poderes del Estado pueda encontrar una luz al final del túnel. Aunque, con más investigaciones y denuncias, el panorama parece darnos una respuesta contraria.