Opinión

La traición de los congresistas

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DIARIO VIRAL

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Desde que tengo uso de razón, los congresistas, diputados, senadores o constituyentes del Perú han legislado con leyes muy favobles a ellos, incluso normas que les  permite traicionar los votos  que recibieron en las elecciones.

Veamos por ejemplo, en estas últimas elecciones para el periodo 2012-2026 se han elegido 130 congresistas en 10 partidos políticos, pero apenas pasó unos días de haber juramentado, el congresista Carlos Zeballos renunció a las filas de Acción Popular, para seguir los pasos de su líder  Jhony Lescano y apoyar a Pedro Castillo.

Otro ejemplo. Perú Libre, que llevó a la presidencia y vicepresidencia al binomio Pedro Castillo-Dina Boluarte, logró colocar 37 parlamentarios, siendo la primera minoría congresal. Pero, rápidamente aprendieron las malas artes del Congreso y se dividieron en Bloque Magisterial de Concertación Nacional ( 9 congresistas) y Perú Bicentenario (5); los demás se fueron al bloque “No Agrupados”, todos con la finalidad de tener participación en las comisiones de trabajo del Congreso, Junta de Portavoces, etc., lógicamente con más prerrogativas y gollerías.

Otros congresistas también abandonaron a su partido de origen por diversas razones y la más usada son por “discrepancias ideológicas” o “programáticas”. En ese contexto digo que han traicionado a su partido y lo peor han traicionado a los miles de votantes que creyeron en ellos y que los representaría en el Parlamento. 

Aquí está la trampa. Renuncian para tener libertad de acción o negociación con grupos económicos o grupos de poder para dar o apoyar proyectos de ley que favorezcan a oscuros intereses en contra del pueblo, por ello, ya no tienen que rendir cuentas a su bancada parlamentaria y menos a su partido político. O sea son intocables. 

Por otro lado, hemos visto que los medios de comunicacio?n han dado cuenta, por un lado, de comportamientos inmorales o antie?ticos los cuales se encontrari?an prohibidos por el Co?digo de E?tica Parlamentaria, pero se protegen entre ellos y se blindan de acusaciones constitucionales dando castigos benignos de 30 o 60 días de suspensión, cuando quitar el sueldo a un trabajador es un delito. 

Definitivamente tenemos un Congreso que es una vergüenza, decenas de congresistas están siendo investigados por la Fiscalía de la Nación, este es otro ejemplo de la moral de alguno de ellos.  

Hay congresistas con principios democráticos que provienen de partidos sólidos como  Fuerza Popular, APRA, PPC, etc., que no están en vaivenes de renuncias o acomodos. (El Apra y PPC no tienen representación en este periodo).

Lo más saludable para evitar estos excesos se debe legislar en el sentido que parlamentario que renuncie a su partido o bancada, PIERDE SU CURUL, para ser reemplazado por su accesitario. De esta manera acabar con los tránsfugas. Pero hay que cambiar ese artículo en la Constitución Política. Será como pedir al diablo que modifique la Biblia (con el perdón de los cristianos). 
 

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