Una sociedad sin justicia social, inmersa en la corrupción, sin una educación de calidad, carente de servicios básicos, que no tiene la práctica de la verdadera justicia, con líderes improvisados que responden solo a ideologías o intereses lucrativos que no buscan el bien común, es una sociedad insatisfecha que siente que es olvidada y que no tiene oportunidades de desarrollo, donde la historia se repite continuamente, solo cambian los personajes, pero todo sigue siendo igual y no experimenta cambio alguno.
Esto no pasa con simples reformas o cambios en la Constitución que responden a intereses de pequeños grupos, si queremos salir de esta rutina, debemos cambiar de actitud, dejar de lado pensamientos obsoletos que solo nos conducen al retraso y la sumisión tal como pretenden los partidos políticos que hoy están en el poder tanto de la derecha como de la izquierda que manipulan a los ciudadanos para lograr sus intereses.
Somos personas de bien y lo primero que debemos poner adelante es nuestro país para dejar un futuro diferente a nuestros hijos, empecemos por tener un clima de paz, aprendamos a comunicarnos y establecer diálogos, busquemos unidos una verdadera transformación que esta se debe dar generando una educación y cultura no solo en las escuelas, sino en la sociedad en general donde aprendamos a respetar los derechos, los bienes públicos, privados y cumplir con nuestros deberes, tener conciencia de lo que hacemos y tomar decisiones correctas cuando tengamos que elegir nuestros representantes, todos estamos cansados de la violencia y la manipulación, actuemos con inteligencia, generemos nuevos espacios donde se desarrolle la creatividad y se formen políticos con valores, todos debemos participar de la política y no dejar que la política sea de algunos que con su dinero compran partidos políticos.
Hoy la sociedad juega un papel importante, solo, solucionaremos nuestros problemas si nos unimos y dejamos de lado a estos grupos que buscan la destrucción del país, los grandes cambios pasan por la actitud y voluntad de cada uno de nosotros, aprendamos a dejar de lado nuestros apetitos personales, seamos ejemplo para nuestros hijos y busquemos un desarrollo potenciando nuestra educación, y haciendo que la justicia sea efectiva, solo así lograremos que la historia no se repita continuamente.
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