En América Latina se asesinaron a 221 mil personas durante el año 2024. Poco más de la población de Moquegua. En nuestro querido Perú los asesinatos sumaron 2040, esto es, 5 por cada 100 mil habitantes. Un porcentaje ligeramente superior al de Argentina, pero muy inferior al de Ecuador y Venezuela que sumaron 38 y 26 asesinatos por cada 100 mil habitantes.
Pero si miramos Europa, Alemania, España e Italia, por ejemplo, han tenido en el 2024, 0.7, 0.6 y 0.5 asesinatos por cada 100 mil habitantes.
Un tema vinculado estrechamente al de los asesinatos, lo constituye el de país inseguro. En ese rubro, a nivel mundial, Colombia ocupa el puesto 146 y Venezuela el 142. A Perú le corresponde el puesto 99 y Argentina el 21, por su gran seguridad.
Cifras que corresponde tenerlas presente, antes de analizar el meollo del tema propuesto. Recordemos que cuando Sendero Luminoso tiñó de sangre el país, fuimos uno de los 5 países más inseguros del mundo, hasta que los gobernantes unificaron criterios, proyectos, prioridades y sumaron recursos humanos y tecnológicos, además de leyes que permitieron un desempeño loable de las fuerzas armadas.
La semana pasada el primer ministro peruano reconoció que el 87 % de ciudadanos sienten temor cuando transitan por las calles porque la criminalidad campea. Sabemos que en los 854 días que gobierna la señora Boluarte se registraron 4,270 asesinatos. Y en los primeros 3 meses de este año el pueblo denunció 2656 casos de extorsiones.
Así como se ganó la guerra interna a Sendero, este gobierno podría ganar la guerra a las hordas delincuenciales si en lugar de mentir, delinquir y apoyar solapadamente a los criminales, recuerdan que deben seguir los ejemplos de José Olaya, Miguel Grau o Mariano Melgar, anteponiendo los sagrados intereses del pueblo, a los suyos.
Sólo unificando criterios y voluntades, otorgando el presupuesto necesario y sumando hombres probos y capaces, asistidos por la tecnología apropiada, se puede derrotar a la criminalidad. Obviamente se necesitan leyes sabias. En épocas tan difíciles los líderes tienen que ser valientes y definidos. El reciente Decreto Supremo 009-2025-EM que reglamenta el Reinfo, instituyendo la herencia para las concesiones mineras ilegales, es un ejemplo de la mediocridad, ambigüedad y debilidad de este gobierno. Sabemos que los 8 mil millones de dólares recaudados por la minería ilegal del oro en el 2024, es el principal caramelo para la delincuencia. Alimentarla con esa ley, nos deja sin aliento.
Durante el año pasado la policía entregó poco más de 300 mil detenidos al Ministerio Púbico, pero sólo el 2 % fueron encarcelados, porque tenemos leyes desfasadas de la realidad. Capacitar a la policía y proporcionarle tecnología y recursos, es muy importante.