Lo sucedido con los incendios forestales en nuestro país es preocupante. En las últimas semanas se registraron diversos incidentes que afectaron cientos de hectáreas tanto en el sur, donde un siniestro se producto en la región Cusco, como en el norte, donde las regiones Cajamarca y San Martín se vieron dañadas y requirieron el apoyo de personal del Ejército.
Uno de los factores que estudian las autoridades como origen de los incendios forestales es el mal uso que hacen los agricultores de técnicas para proteger sus terrenos. Recurren a quemar ciertas zonas sin calcular que el viento y las altas temperaturas propician que las llamas se extiendan hasta zonas protegidas y que constituyen nuestro patrimonio natural.
Al parecer se requiere una mayor campaña de llamado a la conciencia de las autoridades para lograr que la ciudadanía tenga precaución y proteja su entorno. Estamos seguros que debe haber mejores maneras de mejorar sus cultivos que simplemente quemando. En cuanto a los daños, estos tardarán varios meses en recuperarse. Por ejemplo, en el caso del último siniestro ocurrido en la selva peruana, se calcula que más de tres mil hectáreas se perdieron ante el avance de las llamas.
Las cifras nos muestran que no existe la debida conciencia de la ciudadanía cuando de proteger su entorno se trata. Por ejemplo se tiene el reporte del Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) que indica que entre el 2019 y el 2022 se pasó de 664 a 1431 incendios forestales.
Se requiere más apoyo de todos para evitar que estos siniestros sigan ocurriendo en magnitudes incalculables. Recordemos que nuestra naturaleza también requiere atención y en esta tarea estamos comprometidos todos los peruanos.