Contar cuentos o cantar canciones durante la niñez permite restar obligatoriedad y disfrutar de esta actividad desde el instante en que nuestro cerebro procesa la frase “Había una vez…” o “Érase una vez…”
Compartir la lectura crea alto impacto de desarrollo en nuestros niños y niñas, fomenta el gusto, placer, amor por los libros y leer, la adquisición de nuevo vocabulario, desarrolla el pensamiento crítico, brinda oportunidades para hablar y ser escuchados, así como conectar las situaciones del libro con sus propias experiencias de vida.
En estas vacaciones recuerda que tienes una opción entre historias y cuentos. La enseñanza de esta habilidad lingüística desde la infancia impacta positivamente en el éxito académico a largo plazo, pues asegura que los estudiantes tengan bases sólidas para avanzar en su escolaridad, aprovecha en preparar a tus peques para el futuro inicio académico.
Una forma de aplicar esta lectura es preguntando a los niños y niñas sobre lo que observan en la ilustración de un cuento y pide hacer comentarios basados en la imagen sobre lo que ven. Asimismo, ayuda a interpretar y explorar posibilidades e indaga sobre las preguntas que tienen acerca de la ilustración.
“La lectura es siempre un acto lúdico, un acto de escapismo, una forma de transportarse a otros mundos entonces quiénes lo descubrimos de niños lo abrazamos para siempre”, Regina Freyman, profesora de la Escuela de Humanidades y Educación del campus Toluca.
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