Tremendo destape de actividades antidemocráticas, antimineras, antidesarrollo y apoyo a favor de grupos trans, LGTB, grupos subversivos, grupos terroristas, narcotraficantes en todo el mundo, etc. se conoció que eran financiados por la Agencia de EE. UU. para el Desarrollo Internacional (USAID, sigla en inglés), desembolsando anualmente miles de millones de dólares.
Paradójicamente, en su página oficial dice que “USAID es la principal agencia del gobierno de Estados Unidos que trabaja para poner fin a la pobreza extrema mundial y permitir que las sociedades resilientes y democráticas alcancen su potencial”, pero hizo todo lo contrario, durante años, protegido por los gobiernos del partido Demócrata de ese país (Clinton, Obama, Biden).
Quien destapó la olla de tremenda corrupción y de actividades nada santas fue el presidente electo Donald Trump, y suspendió por 90 días todas las actividades de USAID, hasta conocer realmente en qué se va apoyar a los países pobres.
USAID se convirtió en una malvada fuente de financiamiento de la propaganda contra el libre mercado occidental; financió actividades contrarias a los intereses de los Estados Unidos, como brindar alimentos, por ejemplo, a combatientes del grupo terrorista Al Qaeda en Siria entregó cientos de millones de dólares para “financiar canales de riego, equipos agrícolas y fertilizantes para el cultivo de amapolas y la producción de heroína en Afganistán”.
En varios países apoyó la legalización de aborto. Para este año tenía un presupuesto de 268 millones de dólares que iban ser destinados a apoyar a 6200 periodistas y 707 medios de comunicación en todo el mundo. USAID había financiado programas en más de 30 países promoviendo el globalismo, la Agenda 2030, ente otros, siendo este destape el mayor escándalo de una red de corrupción mundial.
En Perú suspendió toda ayuda a diversas ONGs y medios de activismo woke y medios de comunicación como La República, RPP, La Encerrona, Epicentro, Ojo Público, la ONG “Manuela Ramos”, IDL, Asociación Civil Transparencia, JNE, ONPE, Un Lugar de la Memoria, la tolerancia e inclución social (LUM). De este último lugar se recuerda un general en su condición de congresista denunció que el LUM era un centro donde se santificada a los terroristas de Sendero Luminoso y se denigraba a las fuerzas armadas que la combatieron.
También hay ONGs que sí realmente han trabajado para reducir la pobreza en Perú, en programas de alimentación, protección del medio ambiente, lucha contra la deforestación de la Amazonía por mineros informales y la tala ilegal de árboles. No hay que mezclar la corrupción con trabajos de bien social en poblaciones vulnerables.
Se conoce que el presidente Trump firmó una orden ejecutiva exigiendo una auditoría de cada ONG que ha recibido fondos de USAID, lo que nos permitirá conocer en nuestro país, qué fondos fueron malutilizados para socavar nuestra democracia e imponer un gobierno socialista; imponer la ideología de género y la Agenda 2030.
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