Según el dr. David Ezpeleta, neurólogo investigador, miembro del Comité Ejecutivo de la Fundación del Cerebro y director de la Revista de Neurología y Neurohumanidades Kranion, el aprendizaje y la curiosidad son las mejores medicinas para el cerebro y es efecto beneficioso es más potente si se produce de la socialización de experiencias compartidas.
Desde un alcance médico a partir de los treinta años nuestro cerebro empieza a degenerar, por otro lado, a través de ejercicios de ciertas actividades, como la lectura, ayudamos a la creación de nuevas sinapsis, siendo importante para la salud pública.
Ezpeleta también, aporta análisis sobre el tipo de contenido de lectura ya sea de ficción, poesía, novela, ensayo, etc. cada uno activa procesos diferentes en el cerebro, esto implica que hay un área extensa para la realización de trabajo dirigido al fomento de la lectura desde la perspectiva de la salud cerebral.
Asimismo, revela que el funcionamiento neuronal de la lectura es diferente en lectores experimentados que en aquellos que no lo son y recomienda que se debe dedicar esfuerzo a lo largo del proceso de la construcción de competencias lectoras en la vida de las personas.
La lectura como gimnasia para la mente es cada vez más evidente con el avance de las investigaciones, por lo tanto, el fomento de la lectura puede presentar un valor instrumental para el logro de objetivos vinculados a la salud o el envejecimiento con calidad de vida de las personas.