Ingresamos a la semana final del 2022 con diversos retos pendientes a cumplir el próximo año. También con varios cambios en las diferentes gestiones de nuestras autoridades locales y regionales. De igual forma, en teoría se está terminando con el proceso de transferencia junto a quienes están dejando la posta en los distintos cargos.
Sin embargo, como lo informó diario Viral, en las últimas semanas las gestiones entrantes han encontrado diversos obstáculos que han entrampado la revisión adecuada del estado en el que reciben su municipalidad o gobierno regional. Es así que se ha evidenciado desorden en algunos casos, lo que conlleva un mayor retraso y afectaciones al despliegue que se realizará a partir del 1 de enero del 2023.
En otros casos no se cuenta con la información completa de cómo está dejando la saliente gestión a sus respectivas dependencias. No sorprendería que, conforme avancen los meses, se descubran irregularidades que en su momento permanecieron ocultas de manera conveniente para evitar denuncias y cuestionamientos de la sociedad.
De similar forma existen casos en los cuales la saliente gestión está dejando personal nombrado con todas las de la ley y con dudas acerca del cumplimiento de todos los requisitos para acceder a más beneficios laborales. Si las cosas no se hacen de manera adecuada a la larga podría representar una carga para las nuevas autoridades.
Por el bien de Arequipa y sus distritos, esperemos que los últimos días del año permitan culminar con éxito los procesos de transferencia y de esta forma garantizar que las nuevas gestiones cuenten con todas las herramientas para brindar un mejor trabajo a su población. De lo contrario, nos aproxima a 4 años más de desorden e improvisación en el trabajo municipal y regional.