En los últimos años somos testigos de escándalos políticos, las entidades públicas también juegan un papel importante, pero lamentablemente tienen gente no preparada y envuelta en actos que riñen contra la moral, esto da origen a la corrupción que es un problema grande en nuestro país, pareciera que se está institucionalizando, ya que ello lo vemos continuamente en todos los ámbitos sociales y hoy no nos afecta cualquier noticia que escuchamos debido a la familiaridad con el tema y al mal ejemplo especialmente de nuestros líderes.
Uno de los factores fundamentales es la falta de una educación moral que nos ayude en el proceso de adquirir capacidades para pensar, sentir y actuar, generando un conflicto de valores que no nos permite actuar con honestidad, quizá, con el avance de la ciencia y tecnología, el querer alcanzar el desarrollo, hace que nos olvidemos de los principios humanos que debemos tener en cada uno de nuestros actos, la moral debe regir e instaurar costumbres sanas, por ello no se acaba cualquier acto inmoral con castigos o sanciones si no se aplica la reeducación a quien comete faltas.
Es peligroso cuando se pierde la conciencia y los principios, cuando al ser humano no le interesa lo que hace en contra de los demás, deja de pensar en sus semejantes y solo buscan su felicidad material a través de actos corruptos; estamos en un estado de emergencia moral porque todos nuestros líderes políticos, sociales, educativos, etc., están inmersos en ello y la moral se dejó a un lado, prueba de ello es la mala elaboración de leyes que no corrigen nada y una justicia que no tiene capacidad y sabiduría para administrar las leyes y generar una convivencia sana y pacífica.
Los ciudadanos del Perú no creen que se puede cambiar esta realidad porque los corruptos tienen el poder y nos están llevando al caos insertándonos en la pobreza cada vez mayor y dejando de invertir en la educación, salud, trabajo y solo son expertos en generar violencia y odio entre nosotros mismos; es una tarea ser protagonistas del cambio, es urgente la educación moral no solo en las escuelas, sino también en la sociedad, para ello es fundamental el cambio de actitud, desarrollando la autonomía y dejando de lado la dependencia, especialmente política e ideológica que nos va a permitir desarrollar un pensamiento crítico y creativo.