En una semana muy movida y convulsionada políticamente puede que haya pasado desapercibida la triste noticia del futuro cierre de operaciones en el Perú de esta empresa transnacional de origen italiano que opera en el rubro energético con 8 hidroeléctricas y 3 termoeléctricas entre Lima y Junín.
Esta empresa reemplazó a Lima Norte y además de producir, distribuye y comercializa electricidad. Genera cerca de 1678 MW. AFP Integra es propietaria de casi 8 % de las acciones. Ha emitido bonos por 1127 millones de soles. Su cotización en la bolsa pasó de S/7.38 en diciembre del 2019 a S/3.15 en agosto del 2021.
Pero, este año a raíz del anuncio de su retiro del Perú ha subido a S/7. En Impuestos durante el 2021 ha pagado al Perú un total de 351 millones. Cuenta con 671 trabajadores. Su utilidad antes de impuestos fue de 825 millones. Entre trabajos de expansión, mantenimiento e inversiones ha aportado 594 millones de soles solo durante el 2021.
Probablemente no sea una empresa que brinde trabajo a miles de trabajadores; pero su aporte total a la economía nacional, muy aparte de la importancia en su sector, es fundamental.
Es una empresa que paga impuestos, realiza inversiones dinamizando la economía, influye en la bolsa de valores, permite inversiones saludables de al menos una AFP y contribuye a un alicaído mercado de instrumentos de renta fija.
A diferencia de las muy pocas personas resentidas, que han opinado que su retiro es saludable pues ya no le cobrarán el cargo fijo de su recibo de luz; mi opinión que explico en este artículo es todo lo contrario.
Su retiro es muy dañino por las consideraciones anteriores descritas; sus activos serán vendidos a otra comercializadora y generadora. Mientras sea privada vamos a tener ingresos por impuestos, podemos tener inversiones y trabajos de mantenimiento que dinamizan el mercado tanto económico como laboral. Si en algún momento el Estado retoma estas operaciones vamos a empezar a sufrir lo que durante el siglo pasado sufrimos cuando el Estado no invertía y todo se deterioraba. Además, que muy probablemente empecemos a sentir crisis energética.
Esto significaría cortes de luz para el alumbrado público, racionamiento de energía para el consumo en el hogar. No es descabellado pensar esto, recordemos que ya lo ha vivido Venezuela.
Por todo esto, es para los peruanos, una noticia muy triste.