En universidades norteamericanas grupos de estudiantes tomaron los campus para protestar contra Israel y en favor de Palestina. Sobre el conflicto Israel-Palestina, para los demócratas, libertarios, pacifistas y creyentes Hamás es un grupo terrorista islámico vinculado al socialismo internacional. Somete al pueblo palestino siendo su meta extender sus dominios en Medio Oriente y más allá. Por medio del terror es gobierno en Palestina. Cobardemente usa mujeres y niños como escudos humanos. Exhiben como propaganda la muerte de esa frágil población. Los medios sensibilizan una causa extremista. La violencia de Hamás y fundamentalistas es justificada con una interpretación particular del Corán: El exterminio de Israel y occidente - según ellos - la ramera, la Babilonia, sinónimos de pecado, paganismo, lujuria, enemigos de la fe.
Curioso entonces - por así decirlo - que esos jóvenes, tan proclives a la sensualidad (satisfacción de los sentidos) y alejados de toda fe y pensamiento metafísico, apoyen banderas religiosas y políticas fanáticas destinadas a desaparecer brutalmente a los distintos. Pero tampoco es extraño que tan pronto Norteamérica olvide lo ocurrido el 11 de setiembre del 2001. Al Qaeda destruyó las emblemáticas Torres Gemelas y planearon lo mismo con otras edificaciones sin importarles la muerte de civiles. Bastaron 23 años para olvidar de lo que es capaz el terrorismo islámico. Lo mismo sucedió aquí. Pronto se olvidó las muertes y destrucción ocasionadas por Sendero Luminoso a tal extremo que clases acomodadas votaron por el Movadef personificado en Pedro Castillo y se coludieron con su gobierno.
La gente olvida. No es fenómeno nuevo. La amnesia es selectiva por el desdén de la familia, escuelas, universidades y medios de comunicación. Permiten la apología solapada del terror. Enfrían la memoria colectiva. Chinos y rusos olvidaron lo que Mao y Stalin significaron para sus países. Y así, el saber histórico es estratégicamente devaluado y sepultado. Triunfa la propaganda antisemita y antioccidental. El Marxismo del Siglo XXI es el victorioso autor.
Al Qaeda, Isis, Hezbollah, Hamas, Boko Haram y otros fundamentalismos enarbolan banderas de exterminio. Isis implantó califatos en el norte de África con fines de expansionismo religioso. ¿Esos universitarios ignoran esta realidad? En Perú, un inkarrislam tiene propósitos separatistas. La dictadura venezolana está claramente vinculada a Irán, el principal auspiciador del fundamentalismo islámico.
La defensa de Israel es legítima como fue la ejercida por Perú contra el senderista homicida y destructor. El pasado 7 de octubre Israel fue atacado por Hamás. Asesinaron niños, mujeres, ancianos y jóvenes, decapitaron soldados israelíes y secuestraron personas. La barbarie fue grabada y transmitida al mundo. Y esos universitarios no se rasgan las vestiduras como lo hacen contra Israel cuando asume la defensa de su población. No lo hacen porque fueron ganados por relatos socialistas. Así de simple.