Hace algunos días el Gobierno aprobó la declaratoria de emergencia en 544 distritos del país a causa del déficit hídrico ocasionado por la llegada del Fenómeno de El Niño. Esto implica que las autoridades locales adopten las medidas necesarias para afrontar lo que se viene para sus jurisdicciones (falta de agua, problemas en los cultivos ante la falta de líquido elemento, de igual manera la pérdida de pastizales que a su vez sirven de alimento para el ganado, etc.).
En ese escenario, se está destinando ayuda consistente en presupuesto para que las autoridades tomen las mejores y más rápidas decisiones en torno a este fenómeno climatológico. Sin embargo no debemos olvidar que esta situación también es de doble filo pues muchas veces se aprovechan de los estados de emergencia para contrataciones irregulares de todo tipo que solamente perjudican al Estado.
La situación se ve muy crítica pues todo hace indicar que el Fenómeno de El Niño tendrá un impacto más que moderado. Ello quiere decir que los efectos serán evidentes en el aparato productivo del país. Lamentablemente llegamos a esta conclusión debido a que no se tomaron todas las previsiones desde el último semestre cuando el Senamhi advirtió sobre la incidencia que tendría este evento climático en el Perú.
Ya comenzamos a sentir los primeros estragos de El Niño. En los próximos días se tendrá que ver si la declaratoria de emergencia en verdad funciona. El Gobierno central busca implementar medidas y está contra el tiempo. Veremos si el tiempo alcanza debido a que nos acercamos a los meses en los cuales se trabajan los cultivos para la campaña del próximo año. Todo dependerá de quienes tienen en sus manos llevar a buen puerto la declaratoria de emergencia ante el evento climático.