La historia de los pueblos y sus luchas organizadas marcan un territorio de insospechadas vicisitudes. Sacrificios, dolores, alegrías y un sinfín de peripecias en pos de alcanzar los clamores de su pueblo. Porque no solo de pan vive el hombre sino de sus anhelos de tierra, conocimiento, cultura y arte.
Aquellos hombres predestinados a encaminar voluntades no fueron esculpidos con la marca de la vanidad sobre sus frentes sino con el orgullo humano del servicio, la corajuda sangre de asumir reclamos como sentencia de sacrificio. Porque no solo debe hablarles con didáctica retórica del progreso de sus causas y el horizonte de sus mancomunados esfuerzos sino hacerlo con el plástico lenguaje del corazón, pecho a pecho donde hombres y mujeres podrán entender que su líder está a buen recaudo.
Por circunstancias de la vida conocí a Elio Calle, presidente de Ciudad de Dios ubicado en el tradicional distrito de Yura. Día de aniversario de este pujante pueblo celebrando sus 43 años de vida. Las palabras de cada uno de los participantes de la ceremonia desde la alcaldesa de Yura, Mirtha Ruelas dedicadas al dirigente fueron de un alto valor emotivo rescatando sus cualidades de gestor y hombre de lucha. Otros conocidos dirigentes de este pueblo, destacados ciudadanos o los fundadores de la liga de futbol de Yura también reconocieron la heroica historia de este pueblo y felicitaron a Elio Calle por su trabajo.
Ya los estómagos y corazones estaban al tope en sus emociones. Los hombres de prensa tomaban registro de cada uno de los discursos. Pero cuando le tocó hablar al dirigente Elio Calle este sacó de su galera un magnifico repertorio de canciones que cumplirían el propósito de dar cuenta de las hazañas del pueblo y sus grandes obras como el agua potable, el asfaltado o relucir las diversas marchas de sacrificio. Todo dicho con música y acompañado de una guitarra que sacaba lo mejor de sus notas para homenajear a su pueblo.
La gente repleta de algarabía compartía el deleite con palmas y el dirigente les ofrendaba lo mejor de su canto. La música potencia los compromisos y con sus requiebres, cada palabra dicha con ritmo, sentimiento y corazón evocando viejas plegarias de antiguas generaciones con las nuevas causas y desafíos que deben asumir los futuros ciudadanos de Ciudad de Dios.
“Al pueblo se le orienta más allá de su propia sabiduría” Nos dice Elio desde la voz de su experiencia como guía de su pueblo labor que cumple con dignidad de guerrero aymara, pero a la que también le canta desde lo más hondo de su alma. Con la música del progreso que libera las opresiones de cualquier tiranía.