Quien no se acuerda, por lo menos en nuestros tiempos, cuando en casa los padres para que sus pequeños hijos cambien algún mal comportamiento, los amenazaban con el “chicote”, el otrora famoso sanmartincito, en alusión al santo de Porres. Puedo decir que varias veces me amenazaron y pocas fueron las que probe el sabor doloroso del “chicote” de tres puntas, hecho a base de cuero de res.
Por eso resulta anecdótico y llamativo el “chicote” que tiene como cábala José Luis Sanca Huaja, presidente del tradicional Aurora FBC, que viene luchando el ascenso a la órbita profesional o Liga 2. Con altas y bajas el atigrado llegó a los octavos de final, quien sabe si es gracias a su “chicote”, que es infaltable en cada partido del torneo Copa Perú.
Sanca, un empresario que está apostando por el fútbol arequipeño, ha dicho que cuando alguien se porta mal en el equipo que comanda, lo reprende con “chicote” en mano, cual mejor padre antiguo con sus vástagos; pero sin llegar a los extremos, por el temor a los defensores de los “derechos humanos”. Aurora no la tiene fácil, pero con Sanca y su “chicote”, puede seguir escribiendo y enriqueciendo su brillante historia deportiva.
Por otro lado, ahora más que nunca, los frustrados hinchas peruanos, quisieran tener en manos un “chicote” para azotar al entrenador Reynoso, por sus malas decisiones al frente del equipo nacional que está de mal en peor. A él si le caería aquella frase que dice “Ahora vas a conocer a martín moreno, el que quita lo malo y pone lo bueno”.
Su llegada en setiembre del año pasado, provocó mucha expectativa e ilusión por un cambio, pero hasta el momento solo ha representado a la mediocridad y fracaso, perdiendo el liderazgo, tratando de tapar sus propios errores, echando la culpa a otros, por eso ahora muchos piden que se vaya, no sin antes probar de la medicina sanadora, el “chicote”.