Iniciaron los Juegos Paralímpicos París 2024 y para el Perú fue una jornada más que satisfactoria. Obtuvimos diploma olímpico, gracias a Rodrigo Santillán en paranatación, y medalla de oro, con Angélica Espinoza en parataekwondo, y, de paso, se coronó bicampeona, puesto que obtuvo el máximo galardón en Tokio 2020.
En medio de la algarabía se debe destacar el mérito de los 13 deportistas que viajaron a París buscando el sueño olímpico. Más allá de la denominación como paradeportistas, lo cierto es que se trata de seres humanos que, al igual que los otros 34 millones de peruanos, luchan por sus sueños ante una sociedad que por momentos no quiere adaptarse a ser más inclusiva con todos los sectores de la población.
Al igual que deportistas como Angélica Espinoza y Rodrigo Santillán, existen más ejemplos de personas que, a pesar de alguna limitación física o mental, siguen haciendo deporte y mostrando lo mejor de sí. El solo hecho de levantarse cada día para hacer sus actividades normales, es algo muy hermoso como ejemplo de vida. Ellos, lamentablemente deben luchar día a día con la indiferencia de parte de la sociedad que se niega a entender que todos podemos salir adelante en la vida.
Cuando vemos a una Angélica Espinoza o un Rodrigo Santillán, tenemos a quienes deben ser ejemplo de lucha e inspirar a las nuevas generaciones que, a pesar de las dificultades, se puede salir adelante y triunfar. Ellos, al igual que sus compañeros, están al nivel de un Stefano Peschiera, Alonso Correa, Gladys Tejeda, Kimberly García, Evelyn Inga y un largo etc. Que su ejemplo siga perdurando para todas las generaciones de peruanos.