La muerte nuevamente acecha a nuestra región en el marco de las protestas contra el gobierno. Un ciudadano inocente falleció durante las manifestaciones donde mineros informales bloquearon la carretera Panamericana Sur a la altura del distrito de Chala en la provincia de Caravelí.
En los últimos días hablábamos de la importancia del diálogo para evitar que más muertes ocurran en el país. Lamentablemente el mensaje no ha calado en nuestras autoridades ni en los manifestantes, pues no se pudo llegar a un acuerdo entre los representantes del Ejecutivo y de la población que protesta en este sector de Arequipa.
Allí falló que no quieren presentar dirigentes, es difícil dialogar, la furia de los manifestantes es complicado frenar, pero su protesta está dejando desabastecida a Arequipa.
Con esta lamentable muerte, según el Ministerio de Salud, suman 26 fallecimientos sucedidos durante las protestas que exigen el cierre del Congreso y adelanto a elecciones generales. Si no existen las condiciones adecuadas para albergar el diálogo, el temor es que esta cifra siga creciendo sin mayor control y dañando a más familias peruanas.
La sociedad no resiste un clima tan convulsionado por tanto tiempo. Se necesita de una vez que ambas partes puedan llegar a un acuerdo por el bien del país y así no se pierdan más vidas inocentes. En pleno siglo XXI, tan caracterizado por la constante comunicación, no puede ser que no se llegue a consensos y por ende a soluciones pacíficas.
Mientras no se llegue a un acuerdo por el bien del país, lamentablemente otros ciudadanos comienzan a pagar por la protesta de un sector de la población pues hay desabastecimiento de gas en varias regiones del país. Pero nada se podrá solucionar mientras no se pueda arribar a acuerdos con quienes protestan y quienes tienen en sus manos la solución a los diversos obstáculos por los que atraviesa el Perú.