Durante décadas en el mundo celebramos el Día del Trabajo, recordamos los derechos y el respeto a la dignidad humana, la mejora de la calidad de vida y la garantía para vivir bajo un techo, una alimentación buena, cuidado de la salud y servicios educativos de calidad, el trabajo no solo genera ingresos a las familias, sino al Estado, por lo que el Estado nos debe garantizar el cumplimiento y el respeto a los trabajadores, sobre todo garantizar los servicios básicos para desarrollarnos como una sociedad humana.
Es lamentable que hoy las oportunidades de empleo son cada vez menores, los derechos del trabajador se van perdiendo y surge la gran explotación por unos cuantos, donde se somete a las personas a empleos desconociendo sus derechos, con sueldos que no alcanzan para la canasta básica y sin ninguna asistencia por la salud, muchas personas han sido explotadas en el trabajo y hoy no cuentan con una jubilación adecuada, quedando en el olvido y esperando solo la muerte, se evaden responsabilidades, las empresas contratan trabajadores de forma parcial explotando sus fuerzas o intelecto, para luego despedirlos y así evitar pagos básicos como son las gratificaciones, servicios de salud, entre otros.
No hay mucho que celebrar, este día debe ser de reflexión, y los trabajadores deben ser respetados porque son la fuerza productiva del país, las empresas y el Estado deben tener una visión más humana, generar leyes a favor de los trabajadores y sancionar a los explotadores, especialmente aquellos que lucran con la fuerza de sus trabajadores para llenarse los bolsillos; de que sirve un feriado si no se tiene un ingreso justo, solo este día esta destinado al consumismo, engañando a la sociedad permanentemente, se celebra cuando se respeta la dignidad, quizá existan empresarios justos, pero la gran mayoría no lo es, se desarrollan en la informalidad, evaden impuestos y recortan sueldos a sus trabajadores como lo vimos en el Congreso y de seguro en todo el aparato público y privado.
El trabajo dignifica al hombre y es una necesidad para vivir, pero al trabajador se le debe reconocer su gran aporte, si queremos ser una sociedad diferente aprendamos a practicar la justicia donde se da a cada quien lo que le corresponde, no solo miremos el presente, sino también el futuro, se debe garantizar una jubilación digna donde el ser humano después de haber aportado tanto debe tener una calidad de vida que le permita gozar de su trabajo realizado durante muchos años, es hora de cambiar nuestra visión, un trabajo debe ser digno para tener una vida digna, que este día nos fortalezca en nuestra forma de pensar, y sentir mucho orgullo porque solo los trabajadores son la fuerza de desarrollo de un país.