Hoy en la tarde, el ministro de Defensa Jorge Chávez Cresta deberá acudir ante el Congreso para responder a la interpelación que hará el Legislativo. Esta moción fue aprobada tras la muerte de cuatro soldados durante una nueva emboscada terrorista. La preocupación de nuestros gobernantes apunta al hecho que no se tenga una estrategia clara contra los remanentes narcoterroristas. Por el contrario, pareciera que por momentos nuestro glorioso Ejército se encuentre a merced de ataques de todo tipo sin el suficiente apoyo del Gobierno.
Lamentablemente genera indignación que sigan ocurriendo diversos ataques contra nuestras fuerzas armadas en represalia por las intervenciones a bases narcoterroristas. Todavía no existe una disposición del gobierno para proteger a nuestros militares y policías que siguen exponiendo su vida en la lucha contra quienes quieren sembrar terror en nuestra sociedad.
Peor aún se ha permitido que el terrorismo se una con el narcotráfico obteniendo de esta forma el financiamiento para sus actividades y compra de armamento y demás prendas. Este problema se muestra en un incremento exponencial de los cultivos de hoja de coca en el país. Según datos de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), en los últimos cinco años pasamos de tener 50 mil a casi 100 mil hectáreas. Este hecho refleja el crecimiento del narcotráfico que ocupa la mayor parte de la posterior cosecha.
La zona del Vraem sigue alejada de la mano estatal. No negamos que existieron esfuerzos para liberarla, sin embargo resultan estériles si lo comparamos con el monstruo del narcoterrorismo que con sus ataques se lleva la vida de inocentes. Eso lo debe tener en cuenta el ministerio de Defensa y el Gobierno para destinar más esfuerzos por salir de la crisis.