Ha sido muy conveniente para la clase política el hecho que el indulto para Alberto Fujimori aparezca en el espectro público. La sola posibilidad que el exmandatario salga de prisión donde purga condena por diversos delitos, entre ellos de lesa humanidad, se convirtió en tema del día.
Esto se da en un momento en el cual se estaba viendo la investigación contra la fiscal de la nación, Patricia Benavides, por liderar una presunta red criminal encargada de negociados con congresistas a cambio de diversos favores. También estaba en el plano mediático la investigación a los legisladores conocidos como ‘Los niños’, también investigados por similares circunstancias.
A esto debemos sumar las investigaciones que aparecieron por el papel del hermano de la presidenta Dina Boluarte en el aparato gubernamental. En fin, había mucho por explorar y sin embargo, quedó en el aire debido a que el tema Fujimori apareció de manera fulgurante opacando a todo lo demás.
Fuera del debate que ocasiona el indulto en sí, que ha merecido diversos análisis desde todos los sectores, resulta muy preocupante cómo un solo tema puede opacar a todo lo demás. Lo último ha sido que pocos se percataran de la aprobación del nombramiento automático para docentes, lo cual deja a un lado la meritocracia que tanta falta hace en nuestro país.
Así llegamos a la primera semana del último mes del año. Con más dudas que certezas sobre lo que le espera al Gobierno y con hechos que sirven perfectamente como distractores ante una realidad que nos señala que estamos lejos de salir de la crisis y con unos actores políticos que muy poco hacen para cambiar esta realidad que golpea al peruano día a día. Ojalá que la situación pueda cambiar para bien y que nos enfoquemos en todos los temas importantes para el Perú.