Todos sabemos que la Opinión Pública sustenta, refuerza y da legitimidad a los gobiernos democráticos. Uno de los conceptos de opinión pública, es que son las diversas formas de expresión que tiene una sociedad respecto a temas de carácter público que pueden ser de naturaleza política, económica, social y cultural.
Luhmann afirma que la Opinión Pública es la actividad de los ciudadanos informados, críticamente conscientes, observadores y razonadores competentes dispuestos a controlar y determinar la verdad del universo de las decisiones políticas. Agrega, que son los medios de comunicación, los que originan y mantiene la atención, y muchas veces son los responsables de la conclusión de un estado de Opinión Pública. Advierte, que, sin previo consenso, no puede ni debe haber opinión pertinente.
Uno de los más emitentes estudiosos de la democracia, es el politólogo italiano Giovanni Sartori, quien sustenta que la base vital de un estado democrático, es la democracia social entendida como igualdad de estatus, de modos y de costumbres. Enfatiza que la democracia es pensar y no solo sumar, que se caracteriza por la discusión, por las decisiones políticas colectivizadas que buscan el bienestar de todos. Para ello, un gobierno democrático debe poder gobernar y traducir la combinación de representatividad y eficacia.
Al abordar el tema de la revolución multimedia, reconoció que la televisión influye en el debate político por lo que solicitó a la TV intoxicada de contenidos complacientes, fomente la cultura y las actitudes cívicas. Reafirmó que el compromiso que tienen los ciudadanos con la democracia está basado en la información y para que exista democracia, los ciudadanos deben conocer los hechos, además de tener la decisión y la aptitud para procesarla. El conocimiento y dominio de las distintas opciones, es una fuente de reflexión, de crítica y de toma de decisiones.
Está claro entonces, que el acceso a la información y al conocimiento libre y transparente, permite emerger a la sociedad civil, fortalecer la democracia razonada y contribuye a la educación de la ciudadanía para que, en base a sus saberes, se constituyan en parte activa de la sociedad civil, que dialoguen, sean críticos, propongan y encuentren espacios para la solución de problemas y carencias y dejen de lado los intereses privados.
Vivir en democracia no solo está conectado al proceso electoral; es el ejercicio de la ciudadanía en el contexto económico, político y cultural de la población. Es convivir en una sociedad libre, que no esté oprimida por un poder político ni dominada por la oligarquía cerrada. Hay democracia cuando se respetan los derechos de todos, cuando la población participa en las decisiones colectivas, otorgando así, legitimidad a sus representantes.
Democracia, también es igualdad de oportunidades, sin discriminación, marginación ni exclusiones; es permitir que todos tengan acceso al conocimiento, la tecnología y la información completa y no sesgada.