No perder la perspectiva de los incendios forestales. Miremos sus orígenes ocasionados de manera intencional. Veamos.
En julio del 2019 un decreto boliviano autorizó quemas para extender la agricultura y ganadería sin sobrepasar los límites establecidos. Pero el chaqueo - quemado y limpieza - decretado por Evo Morales se fue de las manos y los incendios de Bolivia llegaron a Brasil. La “indignación” izquierdista no se hizo esperar. Campañas de desprestigio contra el presidente Jair Bolsonaro incluían imágenes alteradas y de otros sucesos para magnificar la desgracia. Con cinismo calló el origen del siniestro.
En febrero pasado, 137 personas murieron por incendios en Viña del Mar (Chile) provocados por bombero y funcionario forestal. Recientemente, en el norte peruano, fueron detenidas personas acusadas de provocar incendios. No damos fe de lugares y momentos de las imágenes difundidas por Internet mostrando el origen del fuego; sin embargo, existe la posibilidad de desestabilización política por intermedio de los incendios.
Por estos eventos la memoria nos trae el Acuerdo de Escazú no suscrito por Perú, archivado definitivamente en el Congreso de la República. Esta propuesta del ambientalismo comunista pretende despojar a los países de su soberanía sobre sus territorios amazónicos. Hacer de los patrimonios nacionales, patrimonios mundiales administrados por organismos internacionales controlados por el neomarxismo. El fin es apoderarse de las riquezas de los bosques con el “conmovedor” cuento de cuidar el patrimonio de la humanidad. El Acuerdo destaca mejorar los estándares de decisiones ambientales y que sean “sustantivamente participativos”; es decir, favorable al globalismo y su intención de decidir en la Amazonía.
La izquierda ambientalista organizada en ONG se viste como la única protectora de la flora, fauna, ríos, mares y aire limpio; capaz de sostener que los peruanos somos inútiles cuidando el “pulmón del mundo” (dicho sea de paso, el pulmón del mundo está en los mares, en donde se origina más del 90% del oxígeno que respiramos). Por esta incompetencia, según las ONG, urge la necesidad de una autoridad global en los lugares afectados por incendios.
En el Amazonas, en donde la presencia estatal es nula, conviven todas las criminales. El chaqueo del narcotráfico, obviamente no autorizado, sirve para ampliar plantíos de hoja de coca. Por esto Perú es el principal productor de PBC y por esto la alianza narcoterrorista es nociva para la estabilidad nacional.
La izquierda que votó e hizo malabares oscuros por la victoria de Pedro Castillo, siendo Dina Boluarte parte de la plancha presidencial, elabora narrativas conmovedoras y organiza movilizaciones públicas para ganar adeptos en un escenario de pérdida de seguidores. Las declaraciones desacertadas y el desconcierto de las autoridades frente a los siniestros abonan contra Boluarte. Los socialistas locales se aprovechan del drama como lo hicieron con Bolsonaro.