Existen muchos motivos para sentirse orgullosos de pertenecer a esta bonita tierra. Arequipa siempre tuvo un carácter particular que la hace única frente a otras regiones del país. La Ciudad Blanca despierta todo tipo de emociones y estas se resaltan aún más en cada fecha de aniversario.
Diversos factores forjaron el orgullo arequipeño y la capacidad de siempre levantarse ante las adversidades. Esta característica la hemos visto decenas de veces. Basta recordar los terremotos que dejaron la ciudad en escombros y que sirvieron para que aparezcan nuevas urbanizaciones que ahora conforman los polos de desarrollo en los conos de sur y norte. Asimismo la desgracia nos hizo más unidos y cada vez más preparados para afrontar la desgracia.
Arequipa siempre fue contestataria. Sus habitantes nunca se callaron ante las injusticias. Así demuestran las diferentes gestas por causas consideradas justas en su momento. Muchas veces esa decisión nos pasó factura con el poder de turno pero siempre nos la arreglamos para salir adelante aún sin alguna mano amiga.
Si a esto le agregamos otros golpes en nuestra historia como las fuertes lluvias o la pandemia de la covid-19, tendremos a una sociedad que siempre supo dar la cabeza ante las dificultades. Arequipa no se cansa de levantarse y en este 484.º aniversario se alista para seguir haciéndolo garantizando, de esta forma, el pleno desarrollo de su sociedad.