Este jueves 14 de setiembre el volcán Ubinas, que parecía adormecerse nuevamente tras varios meses de sobresaltos, dio un nuevo golpe que alarmó a los pobladores del sur del Perú. Se produjo una nueva explosión que alcanzó los 2500 metros de altura originando la emisión de cenizas en un radio de 10 kilómetros.
De igual manera, desde el Instituto Geofísico del Perú (IGP) se indicó que la dispersión de cenizas llegaría a los poblados cercanos al cono volcánico que pertenecen a la región Moquegua. Con ello queda confirmado que este volcán no debe dejarnos dormidos pues su actividad no se ha detenido ni se detendrá en buen tiempo.
Ante ello, nuestras autoridades deben mantenerse alertas también porque los pedidos de apoyo de las poblaciones cercanas son constantes. Ellos saben que aunque baje la actividad del volcán, esta no cesa de forma total.
Los pobladores de las regiones aledañas al volcán están a la espera de más apoyo de las autoridades. Hasta el momento solamente se han destinado mascarillas y otros implementos. Sin embargo, cuando la actividad disminuye, también lo hace la ayuda. Ahora la población de estos lugares deberá esperar algunos días mientras nuestros gobernantes se ponen de acuerdo para destinar el envío de material que sirva de soporte para enfrentar a la naturaleza.
No será la primera ni la última vez que el Ubinas nos dé un respiro para luego expulsar toda su ceniza. Los pobladores de zonas aledañas lo saben y prefieren convivir con ello y seguir realizando sus actividades cotidianas. Recuerden que la naturaleza puede ser muy impredecible. Solamente se requiere que nuestros gobernantes se mantengan alertas y reaccionen lo más rápido posible para brindar el apoyo necesario en el momento oportuno.