La tranquilidad llegó al mercado mayoristas de frutas de la plataforma comercial de Río Seco porque ya está abastecido con variedad de productos e incluso hay varios cuyos precios están bastante accesibles como el mango que está a S/1.50 así como la sandía y melón que se oferta a S/1 el kilo.
El centro de abastos registró inconvenientes porque debido a las protestas y bloqueos de carreteras no llegaba mercadería del norte del país así como de la Amazonía y regiones vecinas.
En el primer caso, las vías se liberaron hace una semana, pero estaba pendiente el tramo a la altura de Ica donde recientemente hace dos días fue despejado por los efectivos policiales y militares.
Esta situación, según el presidente del mercado, Cristóbal Huayapa, generó que cada vendedor tenga pérdidas diariaa de S/80.
“No se ha trabajado de manera normal, hubo pérdidas para los muchachos que nos ayudan porque no estuvieron trabajando, lo otro son las señoras que venden comida porque nosotros somos los que consumimos todos los días. Todo es una cadena y al final todos hemos perdido, si somos 320 comerciantes y si cada uno ha perdido 80 soles por día por un periodo de 15 días es un aproximado de S/384 mil lo que se ha perdido solo en nuestro mercado”, explicó.
PRECIOS
El dirigente mencionó que durante el tiempo que hubo un desabastecimiento parcial de productos la papaya fue una de las frutas que había elevado considerablemente el precio llegando hasta los S/10 el kilo y hoy en día se ha reducido a S/4.50.
“Paulatinamente algunos productos también están bajando en el mercado, a parte de eso el clima tampoco ayuda para el producto entonces de nada sirve que uno venda un poco más caro porque no va salir, entonces hay que vender más cómodo”, acotó Huayapa.
Desde el centro de abastos hicieron el llamado al gobierno central para que se restablezca la tranquilidad social porque argumentan que luego de los dos años de pandemia no están en condiciones de seguir teniendo pérdidas porque corren el riesgo de quedarse sin capital y luego de ello podrían verse obligados a cerrar sus puestos de venta que son el único sustento para sus familias.