Cuatro cambios se dieron hasta la fecha en el Ministerio del Interior (Mininter) durante el gobierno de Dina Boluarte. El principal anuncio fue que necesitaban que el Congreso les dé la facultad de legislar en la lucha contra la delincuencia, pero hasta la fecha las medidas y normas que promulgaron no disminuyeron la ola de inseguridad en el país.
El Mininter inició con César Cervantes y su primera tarea era frenar las protestas, pero no pudo. Ante ello los congresistas lo interpelaron para que responda por la violencia de los policías hacia los manifestantes. Al no tener control renunció y en su reemplazo entró Víctor Rojas.
El segundo ministro tampoco logró la paz y las huelgas ya dejaban el saldo de cerca de 50 muertes. De igual modo, el Congreso buscaba interpelarlo, pero dimitió al cargo antes de responder.
Su sucesor fue Vicente Romero quien hasta la fecha es el que más duró en el cargo. Para entonces las manifestaciones cesaron poco a poco. Sin embargo, delincuentes, extorsionadores perturbaban la seguridad ciudadana.
La delincuencia fue el factor que sacó a Romero del cargo tras ser censurado por el Congreso. Sus medidas fueron declarar en estado de emergencia los distritos más críticos. El primer mes, Romero aseguraba que los índices de delincuencia bajaron, pero después de días de esa declaración la cifra aumentó.
En la gestión de Romero también se produjo una guerra interna en Lima, donde ciudadanos peruanos amenazaron y quemaron vehículos de extranjeros que delinquían. Esto fue uno de los motivos de su salida ya que no dio una oportuna solución.
En su reemplazo entró Víctor Torres quien a la fecha tampoco cumple con las expectativas de la población. Por su parte el Congreso también lo evalúa y presiona sobre todo con la captura del prófugo Vladimir Cerrón.
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