Hace aproximadamente un siglo, el panetón llegó al Perú con los primeros inmigrantes italianos, siendo los genoveses quienes trajeron la receta original. Inicialmente, esta versión de bizcocho achatado no fue aceptada y se modificó localmente, dando paso al pan dulce con forma acampanada.
En la década de 1950, la industrialización del panetón cobró impulso gracias a los empresarios italianos Angelo Motta y Gino Alemagna. Este cambio facilitó la adopción masiva del panetón en los “bachiches” (pequeños negocios de la época).
Con la industrialización, se comenzaron a utilizar insumos nacionales y el panetón se convirtió en un elemento indispensable en las celebraciones navideñas peruanas.
¿América ama el panetón?
En Sudamérica, Brasil, Argentina, Uruguay y Perú mantienen la costumbre de consumir panetón durante la temporada navideña, una tradición con raíces en la migración italiana a la región.
Este fenómeno se consolidó en el mercado peruano gracias a la iniciativa de Antonio D’Onofrio, descendiente de Pietro D’Onofrio, quien en la década de 1950, estableció un acuerdo con la empresa italiana Alemagna de Milán para producir panetones bajo su marca en el país andino.
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