En el último mes de año, una canción nos transporta a momentos gratos que compartimos en familia durante la Navidad, una festividad que no solo se distingue por la cena y los regalos, sino también por toda una ostentosa que incluye la decoración de la casa, el armado del árbol navideño y otros elementos que propician la unión familiar.
Entre las canciones navideñas conocidas, hay una que genera nostalgia pero, al mismo tiempo, aviva nuestros ánimos. Se trata del villancico ‘Mi burrito sabanero’, un tema musical que evoca muchos recuerdos. Por ejemplo, las chocolatadas que se realizaban en los colegios al ritmo de esta canción.
Al escuchar este villancico, otras personas pueden rememorar las veces que hicieron largas colas para recibir regalos o chocolate caliente. Mientras el sol afectaba las cabecitas de los niños que esperaban su turno para recibir los obsequios, la canción se reproducía una y otra vez.
A pesar de que ‘Mi burrito sabanero’ se repetía más de una vez en la chocolatada, los niños no parecían incomodarse; al contrario, se entusiasmaban más. Incluso, algunos se aventuraban a realizar algunos pasos motivados por una persona que vestía el traje de Papá Noel.
Esta canción también ha calado en la conciencia de los adultos, quienes la asocian con fiestas donde se regalan juguetes por doquier. Algunos de ellos deciden poner este recordado villancico horas antes de la Nochebuena. En plena celebración, no faltarán los entusiastas que comentarán con sus familiares sobre la historia de la canción que, a pesar de haber pasado más de 50 años desde la primera vez que se cantó, sigue vigente.
¿Qué sucedió antes, durante y después de la grabación de este villancico venezolano que ha perdurado en el tiempo?
Ricardo Cuenci es el interprete del villancico, que con tan solo 8 años demostró talento ante su padre y artistas de su país. Cuenci luce montado sobre un burro en una foto para el disco que grabó en la década del 70. Las melodías musicales de está canción emocionaron y emocionan a los niños de América Latina, España y algunos estados de EE.UU.
El tema musical suele sonar casi todo diciembre en distintas partes del Perú, lo que hace que los venezolanos que radican en nuestro país se sientan como en casa.
Varios sentimientos invaden a Cuenci cada vez que alguien le pregunta por su emblemática canción. Por un lado, se siente contento de que su arte sea recordado cada año; pero por otro, se indigna al recordar que no recibió regalías por la versión de ‘Mi burrito sabanero’. “Como niños, nunca supimos nada de eso, ni de dinero ni de cobros... Nunca se nos pagó ni un bolívar partido por la mitad, ni a mí ni a mis compañeros de La Rondallita”, expresó el artista a BBC Mundo.
La Rondallita estaba integrada por niños talentosos que hacían los coros para Cuenci en las pocas ocasiones en que cantaron juntos. Aunque la mayoría de los niños que participaron en la grabación no se presentaron en la primera gira en Puerto Rico, sus voces se han inmortalizado y resuenan con fuerza en el mes de diciembre en distintas partes del mundo.
“Si me ven, si me ven, voy camino de Belén”, “Tuki tuki tuki tuki, tuki tuki tuki ta, apúrate mi burrito que ya vamos a llegar” y “Tuki tuki tuki tuki, tuki tuki tuki tu, apúrate mi burrito, vamos a ver a Jesús” coreaban los menores que fueron seleccionados por el compositor de la canción, Hugo Blanco, y el entonces director del Coro Infantil Venezuela, Raúl Cabrera.
La historia detrás de la canción ‘Mi burrito sabanero’
Antes de que se llevara a cabo esta selección, el compositor de la canción ‘Mi burrito sabanero’ escuchó su creación musical en la voz de Simón Díaz. Si bien esta primera versión no le pareció inadecuado, el artista consideró que la canción sería mejor interpretada por niños.
Tras considerar que su composición podría sonar mejor en la voz de un niño, Blanco se puso en contacto con Raúl Cabrera, el entonces director del Coro Infantil Venezuela. En esta agrupación infantil se encontraba Ricardo, quien desde los 4 o 5 años mostraba interés por la música.
No solo tenía interés, sino también talento para cantar. Estos elementos habrían sido suficientes para que se integrara en La Rondallita; sin embargo, la realidad nos dice que a veces el talento no es suficiente para lograr un objetivo determinado. Bajo esta premisa, se puede afirmar que la amistad que tenía el padre de Ricardo con Raúl Cabrera habría sido el factor determinante para que el menor ingresara a la agrupación infantil.
Ser parte del Coro Infantil Venezuela le permitió a Ricardo estar en constante aprendizaje musical y, sobre todo, conocer a destacados artistas como Hugo Blanco, Raúl Cabrera, Simón Díaz, entre otros. En la institución multidisciplinaria, también tuvo la oportunidad de escuchar canciones que luego empezó a tararear. Una de ellas fue ‘El burrito de Belén’, también conocido como ‘Mi burrito sabanero’.
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