Según la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), durante el 2023 había más de 3.1 millones de mujeres de Afganistán que estaban clasificadas como refugiadas o solicitantes de protección internacional, un incremento notable respecto a los 1.2 millones registradas de 2021.
Estas cifras cobraron fuerza este fin de semana, luego que CNN difundió la entrevista de la joven Fátima que huyó de tierras afganas y se refugió en Quetta, Pakistán.
La ciudadana contó cómo trató de escapar de su país en múltiples ocasiones enfrentándose a peligros extremos como la detención y la muerte.
Según narró, Afganistán que es gobernado por los talibanes, se convirtió en tierra de violencia y represión, lo que en este momento genera que miles de mujeres intenten escapar del país.
Fátima relató que su primera huida hacia Irán ocurrió en enero de 2022 sin éxito, luego huyó a Teherán y contrabandistas la secuestraron, la agredían regularmente. En 2023 huyó a Pakistán, pero en dicho país pidieron a los afganos abandonar dicho país.
El retorno al poder de los talibanes generó una crisis humanitaria, con miles de personas intentando huir del país y un retroceso significativo en los derechos humanos, especialmente están afectadas las mujeres.
Por ejemplo, las niñas mayores de 12 años no tienen derecho a ir a las escuelas, también muchas mujeres son obligadas a abandonar sus empleos. Tan sólo en algunas áreas críticas, como la salud, algunas mantienen su trabajo bajo discriminación. Además, deben estar acompañadas por un mahram (pariente masculino) para viajar largas distancias. El acoso y la violencia contra las mujeres aumentó, con menor protección legal y social para las víctimas. Esto incluye matrimonios forzados y violencia doméstica, problemas que muchas enfrentan sin recursos legales ni apoyo. Es por esto que tantas mujeres buscan salir del país y escapar de las garras de los talibanes.
Con información de Infobae
Foto: EFE/EPA/Samiullah Popal