Uno de los primeras enfermedades en la adultez involucra a los riñones, que son los órganos principales del aparato urinario humano. Pero, ¿qué alimentos o productos dañan sus riñones?.
El escrito “Cuidando tus riñones”, escrito por el médico nefrólogo, Marco García Salamanca, es un manual para pacientes con enfermedad renal crónica, donde encontramos pautas para cuidar dichos órganos. El texto de acceso gratuito fue presentado frente a casi cien pacientes que padecen males renales en estadía avanzado yen la actualidad están en tratamiento.
García dio pautas claves a los pacientes sobre cómo cuidar sus riñones. Explicó que es vital mantener una alimentación saludable, baja en sal y azúcar, así como el ejercicio diario. Recordó que, en Arequipa, el 40% de población padece de sobrepeso y obesidad, por lo que controlando esta condición “los nosocomios de la seguridad social y en Arequipa, bajarían hasta en 60 % la cantidad de pacientes con enfermedades al riñón”.
El especialista señaló que productos como jugos en caja, el kétchup, deben evitarse por su alto contenido de sal, insumo dañino para el riñón especialmente para quienes atraviesan estadios avanzados de enfermedad crónica renal.
“Hay alimentos como la aceituna con alto contenido de sal que un paciente renal debe evitar para no complicar su salud. Otros productos como el pan integral también contienen sal, por eso debemos moderar su consumo”, dijo.
Por su parte, Raúl Hinojosa, médico asistente del servicio de nefrología del HNCASE y coordinador de trasplante remarcó que la diabetes es la primera causa de falla renal en el mundo, por lo que uno de cada 1 de cada 2 diabéticos desarrolla enfermedad renal crónica. En ese sentido, es importante mantener controlado el mal para no atrofiar los riñones y pasar a ser un paciente en hemodiálisis. El paciente hipertenso también debe tomar sus previsiones.
"Lo ideal también es disminuir el consumo de azúcar. La idea es consumir alimentos como la piña, yerba luisa que contienen azúcar natural. En tanto para evitar el consumo de sal común, podemos recurrir a la sal biológica o sal de maras. La idea no es restringir nada, pero sí reducir lo que nos hace daño”, recomendó García.
El libro en mención es de acceso público a través del siguiente link: https://bit.ly/42blbnh
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