La clínica Paz Holandesa cumple 25 años de labor social en Arequipa. Los médicos y personal de salud contribuyen a reducir la falta de acceso a la salud en la ciudad.
La directora Marjan van Mourik Paz destaca la necesidad de políticas públicas que garanticen acceso a atención médica de calidad para todos, especialmente para aquellos que viven en condiciones de vulnerabilidad.
HISTORIA. Desde su fundación en 1999, Paz Holandesa marcó la diferencia en la vida de miles de niños peruanos. Con sede en Arequipa y respaldo internacional desde Holanda, su objetivo es garantizar atención médica gratuita a menores de familias de escasos recursos, abarcando desde consultas hasta cirugías especializadas.
A través de campañas anuales, la institución ha realizado más de 7500 cirugías a niños con fisura palatina (labio leporino y/o paladar hendido, quemaduras o espina bífida.
Además, colabora con hospitales locales donando equipos médicos y brindando formación al personal de salud, un aporte clave ante las carencias del sistema público.
“El financiamiento depende de donaciones extranjeras. Sin embargo, la alta demanda y la limitada capacidad de atención ponen en evidencia la urgente necesidad de mayor apoyo estatal y privado para garantizar el acceso equitativo a la salud”, indicó.
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