David Karp en 2007 lanza Tumblr. Nació como una especie de microbloging en una época en la que dominaban los blog de formato más largo como Blogger y WordPress, Tumblr salía al mercado ofreciendo algo distinto y atractivo con formatos cortos y muy ricos en gifs que atraían a millones de personas que se identificaban con ese modelo.
Despúes de un despegue exitoso Tumblr llegó a tener más blogueros que el mismísimo WordPress, convirtiéndose en competidor de primer nivel. Su avance era tan rápido, pero a la vez desordenado, esto último al ofrecer contenido para adultos, que fue su talón de Aquiles.
Pese al desorientado inicio, en el 2013 Yahoo logra comprarlo por un valor de mil millones de dólares, cifra nada despreciable con la sola idea de modificar algunos aspectos y posicionarse en las redes sociales como la principal plataforma “Tumblr está redefiniendo la expresión creativa en internet”, dijo la entonces directora ejecutiva de Yahoo, Marissa Mayer.
Si bien es cierto, hoy en día hay espacio para todos, también lo es cuando los usuarios buscan plataformas donde se sientan cómodos, seguros y sin ruido. Un ejemplo pordria ser la migración de usuarios de Twitter, despúes de la compra de Elon Musk quienes se pasaron a Tumblr, aduciendo sentirse mejor por más que sean residuales y dándole otra oportunidad para un resurgir inesperado.
En el 2019 la empresa WordPress compró a Tumblr por un valor de 3 millones de dólares, muchos calificaban la adquisición como a un cadáver, pero la verdadera intención de WordPress era aprovechar la base de datos que poseían. A pesar que hoy contabilizan con 9.4 millones de publicaciones diarias, frente a las 84 millones del 2014, Tumblr aún tiene la esperanza de sobresalir de este hoyo al cual estuvo por mucho tiempo.
El reto. Aún queda mucho que recuperar para Tumblr, que ha pasado de tener 600 millones de visitantes al mes antes de la prohibición del contenido erótico en 2018 a apenas 300, pero parece que un nuevo resquicio se ha abierto para ella. Veremos qué continuidad tiene, una red social que aún no ha muerto, sobrevive al cariño de muchos usuarios de la generación Z que confían en el resurgimiento.
¡Tumblr vive, la lucha sigue!
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