El sismo que causó la muerte de más de 50 000 personas en Turquía y Siria, ocurrido el 06 de febrero último, se ha convertido en una llamada de alerta para la ciudadanía, autoridades e instituciones competentes en la región Arequipa.
Un movimiento telúrico es impredecible, según explicó el especialista del Instituto Geofísico de la UNSA, Ing. Víctor Aguilar Puruhuaya; puede ocurrir por el desplazamiento de la placa de Nazca o la reactivación de alguna falla geológica.
Debido a la expansión de zonas urbanas en los conos Norte, Este y Sur de la ciudad después del último gran sismo del 2001, el investigador cuestiona si cuentan con los estudios necesarios para habilitaciones urbanas, desde un análisis de suelos hasta la estructura de las edificaciones.
“Las autoridades deben salir al campo y verificar si las casas se encuentran en quebradas y laderas, en un terremoto grande esas viviendas van a colapsar y morirán muchas personas inocentes”, puntualizó.
El crecimiento desordenado de la ciudad en sus alrededores propicia la informalidad en la edificación de las viviendas, que según Aguilar Puruhuaya, se ubican en zonas de alto riesgo, no solo por sismos, también por huaycos, deslizamiento y erupción volcánica.
“Tenemos diferentes suelos en Arequipa, por lo que el efecto de un movimiento sísmico es variado, aquellas casas asentadas en zonas donde hay aguas subterráneas de poca profundidad pueden ser afectadas, lo mismo puede ocurrir, donde suelos son arenosos, limosos o de material aluvial, producto de flujos de detritos”, explicó.
Aguilar también desmiente las versiones propagadas por las redes sociales sobre la ocurrencia de un gran sismo en el Sur del Perú y la aparición del pez remo que anticipe la ocurrencia de un terremoto.
Si bien se conoce el lugar donde en un futuro debe ocurrir un terremoto, no se sabe la fecha. Ninguna persona o institución en el mundo puede predecir este fenómeno.