María Corina Machado, líder opositora venezolana y galardonada con el Premio Nobel de la Paz 2025, logró escapar de Venezuela disfrazada y con una peluca, recorrió más de dos días de viaje entre tierra, mar y aire, y finalmente llegó a Oslo para recibir el reconocimiento por su lucha democrática.
La arriesgada huida incluyó evitar diez controles militares, un cruce en lancha hacia Curazao y un vuelo con escala en Estados Unidos antes de arribar a la capital noruega.
“Durante 10 horas angustiosas, Machado y dos personas que la ayudaban a escapar pasaron por diez puestos de control militares, evitando ser capturadas en cada ocasión, antes de llegar a la costa a medianoche”, reveló The Wall Street Journal, describiendo parte de la operación que sacó a la nobel de la clandestinidad.
La operación se trazó con extremo sigilo, partiendo desde un suburbio de Caracas donde Machado había permanecido escondida durante meses para evitar detención o represalias. Vestida con disfraz y peluca, atravesó controles terrestres hasta alcanzar un pueblo pesquero costero, donde abordó una lancha de madera junto a dos acompañantes de confianza.
Más allá del peligro de ser descubierta por las fuerzas venezolanas, el grupo coordinó previamente con fuerzas estadounidenses para evitar confusiones con objetivos militares y garantizar que su embarcación no fuese atacada en medio de operaciones antinarcóticos en el Caribe.
Tras horas de navegación con mar agitado, Machado llegó a Curazao, donde descansó antes de abordar un avión ejecutivo que la llevó primero a Estados Unidos y luego a Oslo, Noruega. La fuga marcó uno de los episodios más audaces de la oposición venezolana en años recientes y subraya los riesgos que enfrentan quienes desafían al régimen de Nicolás Maduro.
Machado fue reconocida con el premio por su campaña “incansable” a favor de los derechos democráticos y una transición pacífica en Venezuela, consolidándose como uno de los símbolos de resistencia contra la represión política.
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