El plan económico de Rodrigo Paz, candidato presidencial del Partido Demócrata Cristiano (PDC), contempla una inyección inicial de USD4 000 millones para dinamizar la economía de Bolivia. Así lo reveló su principal asesor, José Gabriel Espinoza, en declaraciones a Bloomberg News, donde detalló que los recursos provendrán de préstamos, inversión extranjera y financiamiento sostenible.
Espinoza adelantó que las medidas más drásticas se aplicarán en los primeros meses de gobierno, con énfasis en la reducción de subsidios a los combustibles. El diésel dejaría de recibir apoyo estatal de manera inmediata, mientras que los subsidios a la gasolina se desmontarían gradualmente según la disponibilidad de divisas. Para mitigar el impacto social, se prevé un esquema de transferencias directas a los sectores más vulnerables, aunque sin precisiones sobre su costo.
El programa económico también busca terminar con el financiamiento del gobierno por parte del Banco Central, establecer un tipo de cambio único regido por el mercado y reducir a la mitad el déficit fiscal en las primeras semanas de gestión.
Espinoza, considerado como posible ministro de Finanzas, calculó que el país necesitará USD12 000 millones en tres años para sostener las finanzas, aunque confía en que reformas estructurales y apoyo externo permitan aliviar esa cifra.
Paz, que lideró la primera vuelta electoral con el 32% de los votos, promete un “capitalismo para todos” y un ingreso universal para mujeres, además de renegociar la deuda externa sin suspender pagos. Su propuesta de gobierno representa un giro tras dos décadas de hegemonía socialista y se pondrá a prueba en el balotaje del próximo 19 de octubre frente a Jorge “Tuto” Quiroga, en un escenario decisivo para el rumbo económico de Bolivia.
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