Más familias construyen sus viviendas en las faldas de los cerros y ahora incluso del Chachani, poniendo en riesgo sus vidas. Uno de los malos ejemplos se aprecia cerca de la quebrada de Gamarra, una de las torrenteras ubicada en el distrito de Cerro Colorado, que en temporada de lluvias trae lodo, rocas y arrasa con lo que se encuentre a su paso.
"Estas viviendas tienen más de 15 años, a pesar de que fueron desalojados por la Fiscalía, volvieron a vivir en la zona de la asociación La Isla”, reveló el subgerente de Gestión de Riesgos de Desastres de la Municipalidad Distrital de Cerro Colorado, José Luis Barrezueta Reyes.
El funcionario expresó que en enero se dedicó a descolmatar las quebradas y limpiar los desechos sólidos que son irresponsablemente arrojados por los mismos vecinos. Las torrenteras, ubicadas en el distrito cerreño, son Las Torres, El Tuko, Añashuayco, Monserrat y Gamarra, entre otras.
Indicó que las personas que construyeron sus viviendas en las faldas del cerro fueron notificadas para salir de la franja marginal; pero las ignoran.
CANALETA EN YANAHUARA. En el 2020, la fuerza del caudal, generada por las lluvias, originó la caída de un muro de contención de la torrentera Chullo a la altura de la urb. Independencia, en el distrito de Yanahuara. Fueron afectadas casas y los vecinos vivieron en zozobra y exigieron canalizar la quebrada y acciones de prevención.
El subgerente de Defensa Civil de Yanahuara, Rafael Loayza Monzón, manifestó a Diario Viral, que en la actualidad tienen 1300 metros de quebrada canalizada, desde el colegio Lord Byron, puente Concordia (urb. Indepedencia Americana) hasta la Metropolitana, cruce con av. Víctor Andrés Belaúnde y prolongación Tahuaycani.
“Nos queda un espacio de 150 metros que falta canalizar. La torrentera tiene su muro de contención, es antigua, pero todavía tiene el muro”, explicó el subgerente. También refirió que realizaron la limpieza de la torrentera y alcantarillado para evitar obstrucciones de los canales de agua.
Con la canalización, según Loayza, no habría filtración de agua. Por otro lado, los 150 metros que faltan serán construcción después de la temporada de lluvias. En un inicio, el presupuesto fue de S/80 millones.
“De todas maneras, vivir en medio de la torrentera es riesgoso”, acotó Loayza Monzón.