Pese a que el riesgo de muerte materna es dos veces mayor en la población de mujeres de quince años o menores, a ellas se les prohíbe someterse a un aborto terapéutico. Según el Foro Regional por los Derechos Sexuales y Reproductivos (Fordes), de enero a julio de este año se reportaron 7 casos de embarazo infantil forzado en Arequipa y ninguna de estas pequeñas pudo acceder al procedimiento.
La jefa de la Oficina Defensorial de Arequipa, Andrea Sarayasi Tejada, aseguró que existe la necesidad de avanzar en la actualización de la guía técnica nacional para el procedimiento del aborto terapéutico porque no incluye la opinión de la niña o adolescente, víctima de violación sexual en estado de gestación, para acceder a la interrupción voluntaria.
Sarayasi Tejada precisó que este procedimiento se debe realizar en condiciones adecuadas, sin embargo, existe un estigma en el gremio profesional que desincentiva a los médicos aplicar el procedimiento del aborto terapéutico, a pesar de ser legal, ético, médicamente viable e interpretado como un derecho humano.
EXCLUYEN CASOS. Continúa en debate al acceso de aborto terapéutico en casos de embarazo infantil. Al respecto, la Defensoría del Pueblo analizó el proyecto de ley N.°1520/2021-CR “Ley que promueve la protección del embarazo de la madre gestante, del niño por nacer y de su entorno familiar”, donde realizo múltiples observaciones.
Entre ellas considera la grave situación de las mujeres, en particular de las niñas y adolescentes embarazadas producto de la violación sexual, panorama que genera un impacto en su plan o proyecto de vida, además de múltiples consecuencias.
Además, exhorta a la elaboración de una norma técnica sanitaria que permita que el personal médico esté capacitado para garantizar la atención especializada de las víctimas, incluida la prestación de servicios esenciales de anticoncepción de emergencia y aborto.
CONSECUENCIAS. Las afectaciones psicológicas de las menores, víctimas de violación sexual que no pudieron acceder a un aborto inducido, suelen tener trastorno de estrés postraumático, sentimientos de culpa, ansiedad e incluso depresión, dependiendo del caso.
El psicólogo Nicolás Palomino Carreño aclaró que las emociones como cólera, fastidio y hostilidades suelen aumentar entre las menores gestantes hacia la persona que abusó sexualmente de ella hasta dejarla embarazada.
Estas sensaciones pueden manifestarse en formas de ira reprimida, dificultad para confiar en los demás y problemas en la gestión de sus propias emociones. Además, la falta de apoyo puede llevar a la víctima a experimentar un profundo aislamiento y un mayor riesgo de desarrollar trastornos psicológicos.