Han pasado 100 años desde que se legalizó el aborto terapéutico en Perú, que es la interrupción voluntario del embarazo antes de cumplir las 22 semanas; sin embargo a la fecha pocas mujeres pueden acceder a este derecho, aún cuando es el único medio para salvar su vida. En los hospitales de Arequipa aún predomina la posición conservadora de profesionales que rechazan la mencionada ley.
El jefe del Departamento de Obstetricia del hospital Honorio Delgado Espinoza, Juan Santos Llerena, explica que para acceder al aborto terapéutico la paciente internada debe presentar una solicitud que detalle la patología que pone en riesgo su vida.
“(El procedimiento) aplica en una lista de 20 patologías que están catalogadas como de alto riesgo si tiene una de esas enfermedades (...) puede tener insuficiencia renal crónica, riñones que ya no funcionan, un feto con muchas malformaciones”, detalla Santos Llerena.
Después el requerimiento es evaluado por una junta médica, que está conformada por profesionales como psicólogos, obstetras u otros. Ellos deciden si aceptan la solicitud. Sin embargo, lo que sucede en mencionado nosocomio, es que los especialistas no aceptan el pedido, anteponiendo sus ideas conservadoras y creencias religiosas.
Por esa razón es que las cifras de mujeres que acceden a este derecho es ínfima, por ejemplo este año no se tuvo ningún caso, tanto en el hospital Honorio Delgado como en el Goyeneche.
“Está estancado, el problema es que la mayoría de colegas tiene ideas conservadoras, poniendo en vida la gestante, hay muchos casos (...) Se les niega el aborto terapéutico y fallecen”, refutó Santos Llerena.
En el caso del hospital Goyeneche, el jefe del Departamento de Obstetricia y Ginecología, Carlos Caracela, el método se aplica a las 20 semanas de gestación, como tiempo máximo y cuando una enfermedad materna, como cardiopatía, pone en riesgo la vida de la gestante.
El especialista detalla otro problema y es que la gestante debe autorizar el aborto, empero algunas entran en conflicto porque quieren tener al bebé. Sin embargo, el procedimiento tiene que hacerse porque de lo contrario ambos fallecerán.
“Hay problemas serios como cardiovasculares, aneurismas cerebrales”, explica Caracela.
En Arequipa hay poca frecuencia del aborto terapéutico, informa Caracela quien también sostiene que en su área apenas cuentan con 30 camas para las gestantes, que son insuficientes para la demanda.
Pide una sala de operaciones propia para realizar un mayor número de cesáreas.