Durante dos décadas los candidatos al municipio de Paucarpata engañaron a los más de 30 pobladores de los pueblos de la parte alta del distrito con la promesa de dotarlos del servicio de agua potable, una tarea que ninguno pudo cumplir y hasta ahora estas personas siguen consumiendo el líquido elemento con presencia de arsénico y boro.
La situación ha ido empeorando, ya que a la fecha no solo se trata de la calidad del agua, sino también de la accesibilidad, pues los vecinos solo tienen dos días a la semana este servicio y además con poca presión lo que imposibilita que pueda ser almacenada en los tanques elevados que tienen en los techos de sus viviendas.
OBLIGADOS A CAMBIOS. En la asociación Mirador de Jesús, cada mañana las socias del comedor popular Amistad, tienen que ingeniárselas para cocinar para sus comensales.
“Hemos tenido que hacer varios cambios como por ejemplo reciclar el agua de lo que lavamos las verduras para regar las plantas, les damos menos refresco porque no hay agua y también tenemos menos personas a las que les damos almuerzo”, comentó la presidenta de esta organización social, Juana Romero.
En su caso tienen un tanque, tachos de plástico y lavadores para almacenar el agua, pero deben ser muy cuidadosas para que les pueda alcanzar para los tres días en que no tienen este servicio.
“Yo le pediría encarecidamente a las autoridades que piensen un poco sobre todo en los niños y adultos mayores porque ellos vienen a recoger sus almuerzos y nosotras no tenemos el agua suficiente para poder atender a todos los que necesitan almorzar”, solicitó.
GESTIONES. Ante el olvido de las autoridades han sido los dirigentes del Frente de Desarrollo Integral de la Parte Alta de Paucarpata (Fredipap) los que asumieron este reto y han tenido algunos resultados gracias a las constantes gestiones.
Uno de los dirigentes, Juan Núñez Cornejo, indicó que ahora están abocados en la instalación de una planta de tratamiento y así tener cantidad y calidad del líquido elemento. “Todos sabemos que el agua que se consume acá es de La Bedoya y tiene boro y arsénico, con la planta se tendrá agua de calidad”, comentó.
Recordó que inicialmente les otorgaban 28 litros por segundo, luego les bajaron a 20 litros y ahora solo tienen 14; lo que es insuficiente para abastecer a todos los pueblos de la parte alta del distrito.
“Hay que mencionar que ahora tenemos agua más limpia porque gracias a la participación de la población se logró cambiar las tuberías de acero por las de HDPE, trabajo que se pudo hacer gracias a la transferencia de un aproximado de S/7 millones de parte del Ministerio de Vivienda y Construcción hacia el Gobierno Regional de Arequipa (GRA) para la ejecución del proyecto.
Los vecinos también han realizado algunas mejoras como instalar un sistema de aireación en los reservorios de donde reciben el agua y así pueden purificarla parcialmente, además diariamente realizan el control del cloro. “Esta agua no es para el consumo humano, pero nos vemos en la obligación de hacerlo porque es una necesidad, por eso hacemos el llamado al GRA que comprometa la inversión para la construcción de la planta de tratamiento”, acotó.
RETOS POR CUMPLIR. El presidente de Fredipap, Carlos Paz, indicó que el problema se agudiza cada día más ya que se ha disminuido la dotación del líquido elemento.
“En Sedapar nos indicaron que recién van a responder al gobierno regional sobre la documentación donde están pidiendo la factibilidad del recurso hídrico y por otro lado también sobre la construcción de la planta de tratamiento del manantial La Bedoya, también recién darán una respuesta”, comentó.
El dirigente recordó que ante la indiferencia de las autoridades, la población se tuvo que organizar y así en cuatro años gracias a las constantes gestiones y marchas lograron tener desagües y agua, y aunque esta última está como prueba, les permite por lo menos tener una mejor calidad de vida.
“Nosotros hacemos un llamado a las autoridades, que todavía tienen tiempo para trabajar, que queremos que nuestra planta de tratamiento quede ya incorporada en la programación multianual del gobierno regional para que el próximo gobernador pueda ejecutar esta obra y no tengamos que esperar que la siguiente autoridad regional tenga que planificar o programarlo para el año 2024. Eso no vamos a permitir porque ya estamos cansados”, recalcó.
En ese sentido, Carlos Paz, anunció que harán una marcha masiva el 17 de noviembre para exigir a las autoridades de turno que accedan a su pedido.