Arequipa. “Tuve un embarazo complicado y mi hija nació hace nueve días, a los siete meses prematuramente. Ahora está en riesgo porque contrajo una infección y apenas pesa un kilo. Tengo fe que todo saldrá bien”, cuenta con la voz resquebrajada Wilmary Reyes Angulo, ciudadana venezolana que llegó al Perú en el 2020, cuando tenía 16 años; ahora con 18, la foránea espera angustiada las respuestas de los doctores, en los pasillos del área de Neonatología en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital Goyeneche.
Reyes es la última extranjera -hasta la fecha- en dar a luz a un bebé en Arequipa. Ahora, la infante ya es una peruana con dos progenitores de Venezuela.
Según la jefa del área de Registro Civil de la Municipalidad Provincial de Arequipa (MPA), Tula Luna Benavente, desde el 1 de enero hasta el 11 de mayo de este año nacieron 714 bebés. De este total, siete son de padres venezolanos, la última es de la joven Reyes Angulo.
Cabe señalar que dicha cifra es mínima a comparación del 2022. El año pasado, en el mismo periodo de tiempo, el 23 % de la población natal fue de padres venezolanos. Al mes nacían 40 bebés. Eso se evidenciaba en las calles de Arequipa, al ver a migrantes con sus dos a tres hijos pequeños de la mano. Los menores se dedicaban a ayudar a sus padres ofertando productos o pidiendo limosnas en las avenidas.
Los hospitales estatales reciben a los extranjeros y los atienden sin ninguna distinción de nacionalidad. Si el bebé nace en un nosocomio de Arequipa entonces su nacionalidad es peruana, pero si un foráneo busca que su hijo tenga identidad del Perú tiene que cumplir ciertos requisitos (ver cuadro).
¿El trato es igual a un migrante ilegal? Pues sí. Fue el caso de la madre Reyes Angulo quien no tiene pasaporte ni documentos en regla, pero recibió la atención en el hospital Goyeneche.
INTEGRACIÓN. Nuestros nuevos compatriotas peruanos nacidos de ciudadanos venezolanos podrán integrarse a nuestra sociedad, según el sociólogo Yonathan González Tito.
“Los migrantes de primera generación tienden a sufrir lo que es la estigmatización, racismo y la nostalgia de su tierra. En cambio los hijos disfrutan de los frutos de la integración por ellos van a formar su identidad en base de los elementos peruanos”, refirió Gonzalez.
Si bien ahora existe ese racismo y xenofobia contra los extranjeros, pasarán por lo menos cinco años para que nos acostumbremos a ellos y los integremos a nuestra sociedad, según el especialista,