“Yo tengo una lucha que hacer por mi comunidad estudiantil. Estoy motivado para atender las necesidades de mis compañeros. Buscaré mejoras en la institución educativa porque me importa el desarrollo de todos”, es la afirmación de Stefano Cruz, el alcalde escolar electo del colegio Innova School ubicada en Alameda Salaverry (Miraflores). Su declaración reafirma que tiene intensión de cumplir el objetivo principal de una autoridad que es el bienestar de toda su comunidad.
Stefano a sus cortos 15 años, está en el último escalón de la generación Z, es un menor de edad que tiene bien claro cuál es su papel político y define con sus acciones el verdadero concepto de ser autoridad, algo que en Perú se redujo o a veces es inexistente al vivir nuestro país en una crisis política.
Este problema hace que los integrantes de la generación Z (nacidos entre 1996-2010) en su gran mayoría esté desencanto de la política nacional. Esa decepción siente David Calisaya (21) quien es coordinador del colectivo Generación Z de Arequipa, pues busca que hayan cambios en el Gobierno y organiza protestas para lograr que Perú esté libre de la corrupción.
JÓVENES POLÍTICOS. De acuerdo con el Registro Nacional de Identidad y Estado Civil (Reniec), hay un promedio de 6 893 252 personas de la generación Z (15 a 29 años). De ellos, un aproximado de 220 234 jóvenes -según el padrón de integrantes de partidos políticos y movimientos regionales registrado en el Jurado Nacional de Elecciones (JNE)- permanece afiliado a un partido político (ver cuadro). Esta cifra es a duras penas el 3.19 % de la población juvenil que tiene intenciones de participar políticamente.
SURGIERON EN PANDEMIA. David Calisaya considera que los ciudadanos de su generación empezaron a participar en política desde 2020. Además de los problemas por la pandemia de la covid-19, hubo las marchas contra el gobierno de Manuel Merino.
El dirigente juvenil resaltó que la participación de los jóvenes se evidencia principalmente en protestas más que un tema partidario. Incluso las organizaciones políticas poco hacen por atraer a nuevos rostros a sus filas.
El otro lado de la moneda lo vive la regidora del Municipio Provincial de Arequipa, Diana Caracela (27), quien es generación Z y ya tiene un cargo político, logró votos a su favor, ella vio que todas las puertas se le abrieron y a fin de año su labor juvenil estará reflejada en la productividad de ordenanzas, aunque de 15 concejales, estaría en los últimos lugares.
LIDERAZGO. Los generación Z también son productivos y un ejemplo es el escolar Stefano Cruz que también se prepara en liderazgo para cumplir un papel político adecuado en su colegio que le enseñó a ser líder. “Con las opiniones de mis compañeros haremos mejoras”, indica. En su caso, son los adultos quienes tienen que seguir forjando chicos Z que a los 15 años aún tienen esperanza por generar un futuro feliz.