Escribe: Ana Cristina Coaquira Huamani
El colegio UPIS Los Milagros, ubicado en la zona 1 de la asociación del mismo nombre en el distrito de Yura lleva 9 años operando en aulas prefabricadas. Los docentes cuentan que estos salones son un horno en tiempo de calor y un refrigerador en temporada de frío. Pese a las adversidades, la educación no se detiene; los 220 niños merecen aprender, aunque agradecerían mucho si cambia su realidad con prontitud.
La falta de infraestructura educativa es una de las brechas más evidentes en el distrito. Un claro ejemplo es este colegio, que espera la construcción de su edificio. Las aulas temporales sirven, pero también causan incomodidad y potencian las enfermedades, una situación que no se considera digna.
URGE EL CAMBIO. La directora del colegio, María Nina Gutiérrez, explica que unas de las razones más urgentes para construir la institución es la salud y comodidad de los niños. Durante el año, los escolares sufren las inclemencias del clima, lo que dificulta su concentración y bienestar.
“De 9 a 10 de la mañana hace un calor insoportable. Los niños estudian sudorosos e incómodos. En temporadas de lluvia, el frío y la humedad son insoportables; no se puede trabajar en estas condiciones”, manifestó.
También, la profesora de primer grado, Flor Salazar, nos cuenta que su salón tiene una pared inservible. Durante la temporada de lluvia, las paredes del aula prefabricada se humedecieron y empezaron a ceder, dejando pequeños huecos por donde se filtró agua, arruinando materiales didácticos e incluso se pudrió el material mobiliario.
IMPACTO EN LA SALUD. Lo que más preocupa es la salud de los estudiantes y docentes. En esta temporada, las infecciones respiratorias agudas (IRA) aumentan, en Yura se duplicaron los casos.
“En mi salón, los niños se enferman de cinco en cinco. Cuando unos se recuperan de la gripe, otros cinco se enferman por el frío y faltan”, señaló Salazar. Esta situación afecta el aprendizaje, ya que un día perdido significar pérdida de aprendizaje.
El calor también trae problemas similares. Salazar menciona que la docente de segundo grado de primaria, quien padece de rosácea, vio su enfermedad agravada por el calor en el aula. Además, hay alumnos que presentan fiebre y dolor de cabeza durante la fase posrecuperatoria de la gripe.
“Las aulas son sofocantes cuando hace calor y frías en invierno. Además, hay aulas donde los niños están apiñados con 25 y 35 alumnos por salón. No aguantamos más tiempo así, ayúdennos”, enfatizó.
SOLUCIONES. En mayo del 2022 el exalcade de Yura, Néstor Chicaña Nina, anunció la elaboración del expediente técnico para construir el colegio. En marzo de este año les informaron que este proyecto se realizaría este año. Pero llevan esperando casi 2 años que la promesa se cumpla.
Para confirmar este dato, buscamos al gerente de Desarrollo Urbano y Rural, Jaime Gutiérrez, el cual nos comentó que es cierto, mantendrán su compromiso, el proyecto se realizará este año, y que la actual alcaldesa de Yura, Mirtha Ruelas Casillas, está interesada en el tema debido al crecimiento de la población estudiantil y la falta de vacantes en otros colegios, lo que obliga a muchos niños a viajar a distritos lejanos.
“En 2022 se elaboró el expediente técnico. Regresó a la municipalidad en el segundo trimestre de 2023 con observaciones, las cuales se subsanaron. En febrero de este año recibimos la opinión favorable, después de meses de trabajo…”, explicó Gutiérrez.
Sobre la próxima construcción, Gutiérrez detalló: “El expediente está al 80 %. El proyecto costará entre 10 a 12 millones de soles y lo que estamos haciendo es ver infraestructura, instalaciones eléctricas y sanitarias, programas y memorias…El proyecto se priorizó en el presupuesto participativo de 2025, pero estamos gestionando para que inicie este año, como prometimos a la directora. Debería comenzar el último trimestre de este año”, detalló Gutiérrez.
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