Escribe: Noelia Zelada Yauri
En Arequipa, la anemia afecta al 40,2 % de niños menores de 3 años durante el 2023, según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (Endes), es decir, de cada 10 infantes, cuatro tienen esta enfermedad, lo más grave es que a la Gerencia Regional de Salud (Geresa) le faltan estadísticas para atender este mal.
Los obstáculos para luchar contra la anemia parten desde las autoridades y luego los funcionarios. La pediatra y catedrática Lena Vásquez, a quien todos los días le llegan pacientes con este mal en su consultorio del centro de salud Víctor Raúl Hinojosa del distrito de José Luis Bustamante y Rivero, explica que el problema tiene diversos factores, el principal es la falta de políticas. (Ver infografía)
La especialista observó un factor importante, que no es foco de políticas y programas sociales. Se trata de la falta de atención oportuna a gestantes en las primeras 14 semanas del embarazo.
“Las gestantes deben recibir hierro a partir de las 14 semanas, pero muchas llegan al control después de las 30 semanas y no reciben los micronutrientes por eso presentan anemia” comentó.
La doctora agrega que solo el 30 % de las gestantes acuden a los establecimientos de salud en ese período crítico de 14 semanas de gestación.
ESTADÍSTICAS INEXACTAS. El mapeo estadístico de la Geresa sobre gestantes con anemia, que debería publicarse mensualmente, no está actualizado. No tienen reportes de 2024, además en el 2023 sólo tienen información de septiembre, octubre y noviembre; y del 2022 no existe data.
Cabe resaltar que es importante tener un seguimiento estadístico de niños y gestantes con anemia para dar soporte a la toma de decisiones en políticas de salud pública.
NO HAY MICRONUTRIENTES Y A VECES NO LLEGA EL HIERRO. Según la norma técnica del Ministerio de Salud (Minsa), cuando un niño llega a los cuatro meses de edad, debe comenzar a recibir suplementos de hierro y a partir de los seis meses debe recibir micronutrientes como medida preventiva contra la anemia. Sin embargo, no llegan desde el 2023, contó la doctora Lena. Viral se comunicó con otros centros de salud de Arequipa que confirmaron el hecho.
“Los micronutrientes no nos llegan desde el año pasado, eso debe adquirir el Estado. Hubo ocasiones en que tampoco teníamos las gotitas (de sulfato ferroso). Nosotros tuvimos que insistir para que nos manden”, indicó.
Lo más preocupante es que muchos menores que reciben su dosis de sulfato ferroso, abandonan el tratamiento porque les genera malestares, como estreñimiento, diarrea o por el sabor desagradable.
“A pesar de que está comprobado que hay una mejor recuperación (de un niño anémico que recibe sulfato ferroso) en comparación al hierro comercial que es más caro”, cuenta.
CONSECUENCIAS. Los niños con anemia ferropénica tendrán tendencia a la depresión y la ansiedad. La pediatra explicó que, un infante saludable crece 25 centímetros en el primer año de vida, sin embargo al tener anemia dicho crecimiento se afecta. Agregó que lo más importante que perjudica esta enfermedad es la maduración neurológica de los infantes y una disminución de su coeficiente intelectual entre 5 y 11 puntos.
SECUELAS DE LA PANDEMIA. En el 2020 muchos niños con anemia del C.S. Víctor Raúl Hinojosa abandonaron el tratamiento por la cuarentena. Dos años más tarde, dos investigadoras de la Universidad Católica de Santa María: Mariángela Valdivia y María Gracia Valverde, buscaron las fichas de estos niños para averiguar qué secuelas les había dejado la anemia a los infantes después de permanecer dos años sin tratamiento. Los resultados son sorprendentes. “Esos niños actualmente tienen un nivel de conocimiento en el extremo más bajo del rango normal y retraso psicomotor”, finalizó.